¿Qué es el metacrilato? Estos son los riesgos de la peligrosa sustancia que inyectaron a Silvina Luna

En el año 2011, la modelo y actriz argentina, Silvina Luna, se sometió a una cirugía estética para agrandar sus glúteos. Durante el procedimiento, el Dr. Aníbal Lotocki, quien posteriormente fue procesado y condenado por malas prácticas médicas, inyectó polimetilmetacrilato en el cuerpo de la modelo.

Esta sustancia sería la responsable de múltiples daños en su salud y fallas orgánicas que resultaron, en la muerte de Silvina Luna, el pasado 31 de agosto, a los 43 años.

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¿Qué es el metacrilato?

El polimetilmetacrilato (PMMA, por sus siglas en inglés), también conocido simplemente como metacrilato o metacril, es un compuesto sintético, un polímero, o sea un derivado del plástico. 

Su uso en la medicina ha sido variado. Se aplica como una especie de pegamento en las prótesis de diferentes piezas óseas (cemento para huesos), en trabajos dentales, en lentes intraoculares e incluso estaría aprobado para algunos empleos estéticos.

En estos casos, el metacril es una silicona que algunos médicos aplican como un relleno subcutáneo. Sería una alternativa para rellenar arrugas, a través de inyecciones de pequeñas dosis, de no más de 1 a 3 mililitros.

¿Cuáles son los peligros del metacrilato?

Según un reporte del 2021, preparado para la Administración de Alimentos y Drogas de Estados Unidos (FDA), incluso en pequeñas dosis, el metacrilato en la cirugía cosmética puede provocar inflamación, irritación, cambios en la forma del implante y granulomas.

Pero fue en los análisis de los rellenos de glúteos o busto, en los que se detectaron pacientes con hipercalcemia, la misma enfermedad que desarrolló Silvina Luna, y posteriormente fallas renales.

Es que, según explicó a La Nación, el doctor en Ciencia de Materiales e investigador principal de Conicet en Argentina, Gustavo Abraham, "la dosis (del metacrilato) está en relación con la toxicidad, en concentraciones mayores y en usos no indicados, el cuerpo genera una respuesta adversa".

Es por esto que ciertos médicos indican tajantemente que el metacril no puede ser utilizado para el relleno de glúteos. En comparación a los 1 a 3 milímetros que se aplican en el rostro, "para dar volumen a un glúteo, se necesitan 300 centímetros cúbicos o más", dijo a TN el cirujano plástico argentino, Jorge Ricardo Wetzel.

Los riesgos de esta aplicación son variados en su gravedad, y la Dra. Mónica Milito de Argentina ha visto casos de pacientes con "necrosis, que es cuando el tejido deja de tener oxígeno; enfermedades autoinmunes; diabetes; lupus; artritis reumatoidea, que es una respuesta del organismo que se confunde y reacciona de esta manera".

Pero los casos más graves, como la hipercalcemia, una enfermedad que ocurre por el exceso de calcio en la sangre, ocurrirían por la migración del metacril a otras partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo, dañando principalmente los riñones.

"Hay partículas que pueden migrar por el torrente sanguíneo y llegar al riñón. Al tener un cuerpo extraño en el organismo, el cuerpo lo reconoce y lo quiere eliminar. Como no lo logra, porque está encapsulado, entonces se producen series de infecciones sucesivas", aclaró al medio argentino el médico cirujano, Marcelo Berstein.

Es por esto que los especialistas han hecho un llamado a la población que desee someterse a este tipo de cirugías, a investigar, informarse bien y evitar la aplicación de biopolímeros en su cuerpo.

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