Spider-Man: Lejos de Casa. Claves dramáticas.

  • Por Matías Andújar
Por: Matías Andújar 

Este jueves se estrenó Spider-Man: Lejos De Casa. Evidentemente no vamos a contar la película po. 

Basta decir que se desglosa, en gran medida, de la última entrega Avengers: Endgame. Donde Spider-Man, hace su aparición en conjunto con los demás justicieros —existía hace tiempo un problema legal entre Sony Pictures y Marvel Studios (Disney), que logró llegar a puerto—. Igualmente, se puede disfrutar de forma aislada. Ya que estas láminas apuntan más a la entretención, y el éxito comercial, que a la narrativa.

Si es seguidor de las sagas de Marvel, tampoco crea que vamos a entrar en cuestiones que expliquen las Tres Fases de MCU (Marvel Cinematic Universe), por ejemplo. Que son cosas que ya deben saber. Quizás no es seguidor del timbre Marvel, pero sí del de DC Comics. Eterna disputa entre varios lectores. O quizás lo es de los dos. Quizás solo de algunos de los Super Héroes. Incluso, obvio, incluiremos el espíritu de Image Comics. Que sería de lo más normal, ya que son los terceros en esta competencia de las series de historietas. Todo se origina, desde el 62 en el papel. Edad de Plata del cómic-book. 

Más interesante es presentar algunas consideraciones sobre la naturaleza de estos fenómenos. 

Marvel es la franquicia cinematográfica con más recaudaciones de la historia. El sello Marvel es reconocible, resulta familiar a primera vista. Es su estética. Su textura. A diferencia, por ejemplo, de un mundo como el que se plantea en Star Wars, en el que podrías encender el televisor en un momento “X” y no ser identificable a buenas y primeras. Spider-Man es el más popular, junto a Batman y Superman. En cuanto a taquilla comercial. Son lo que más plata han dejado históricamente. Siendo Spider-Man el que más. Y este es el fenómeno que nos fascina. ¿Qué pasa que estas sagas son las que el público más atiende? 

Lo primerísimo primero, es que son entretenimiento simple. Sin intenciones de tocarlo como algo peyorativo, sino aludiendo al acceso más masivo, y no a un, no sé, Bergman, por decir algo. Poseen un nivel de acción increíble. El estímulo es vertiginoso, y eso lo sabes antes, durante y después de la experiencia audiovisual. Además, el cómic, como formato, siempre estuvo planteado como algo dirigido a un público adolescente. Y la adolescencia es indefinida. Spider-Man o Batman son emblemáticamente compartidas por los más jóvenes, como por los más antiguos lectores y/o espectadores. Y hoy en día tienen la misión de traer, llevar al cine a quienes consumen, fundamentalmente, el uso del móvil o YouTube. Existiendo, igual, un interés económico, claro. También, han reunido todos los personajes, sus series y progresiones a una misma asamblea. Las trilogías se insertan y entrelazan con las sagas. Un paraguas temático para mantener la atención e ilusión de los fans de antaño, como captar a nuevos seguidores. Marvel está construyendo un mismo y enorme relato.       

Lo segundo, vamos un poco más allá, es que los personajes, estos “superhéroes”, alcanzan la simpatía (del griego «pathos») con la audiencia gracias a sus debilidades o traumas, más que por sus características sobrehumanas. Peter Parker es huérfano, y criado por sus tíos. Lo han mostrado en distintas facetas a lo largo de los años, pero siempre humano, en su base. El nerd, el extrovertido, el profesor casado, el fotógrafo. Siempre enamorado (ha tenido, le alcanzo a contar, por lo menos 10 mujeres distintas en todos su años de existencia), y no es un ser apolíneo, como dicen algunos. Los padres de Bruce Wayne son asesinados en un robo callejero. No posee superpoderes, no es extraterrestre, ni ha sufrido extraños accidentes mutantes. Debe ponerse su traje, no lo lleva bajo la ropa como Superman. Existe una iniciación, un viaje, que los conduce al autoconocimiento. Un patrón mítico: El Viaje del Héroe. El amor de los héroes es como en la Antigua Grecia. O son desafortunados o piden, anhelan, una mujer inalcanzable. Spider-Man asiste a la muerte de Gwen Stacy, Wolverine, sueña con la mano de Fénix rozando su mejilla. Capitán América no olvida el único beso que Sharon Carter le dio, y Hulk se resiste a Black Widow por miedo —es lindo esto, porque Hulk es el único que se resiste a pelear, por no querer despertar al hombre verde—. Y de hecho, Marvel ya anunció la aparición de su primer personaje abiertamente gay. 

Lo último, yendo otro poquito más allá, es que estos personajes y sus historias representan, simbolizan perfecta y metafóricamente la situación de guerras en el planeta. Desde sus inicios, recordemos que Superman salió el 38, Batman el 39, por parte de DC, el 39 fue el turno de Antorcha Humana y el 41 para Capitán América en Marvel (ojo quién dio el punto de partida). Plena Segunda Guerra Mundial. Hasta el 11S. Donde han visto la luz, desde ahí en adelante, el 2002, por ejemplo, Spider-Man 1. Épocas marcadas por los gobiernos de Bush y Obama. El terrorismo Yihadista, el auge del Capitalismo, las deficiencias del sistema, la codicia, una crítica al sistema americano. En Marvel, combaten el mal para evitar una catástrofe. Pero ningún personaje de Marvel se plantea dilemas morales sobre la ley. Las ficciones de Marvel representan los miedos recurrentes tras los atentados históricos. Los personajes de DC tienen una psicología más compleja y se mueven en un ámbito y terreno más oscuro. Los personajes personifican la tragedia personal. Le dan un sentido redentor a sus acciones. Los villanos de Marvel son malos «per se». En DC representan la némesis de los ideales de bien o justicia que ellos representan. En Marvel, hay cierto tono optimista, ya que la lucha se libera constantemente durante el día. En DC, aparte de encarar los más altos ideales humanos, es el reverso oscuro de Marvel. 

Spider-Man: Lejos de Casa, es, sin apuro, la mejor de todas. Ninguna de las películas de Sam Raimi queda en jaque. Tiene más acción y humor que ninguna. Es, por antonomasia, la Comedia de Acción. El trailer no le hace honor. Gyllenhaal es muy agradable de ver (al igual que Maggie, su hermana), Samuel L. Jackson es parte “real” del elenco, no como apariciones locas que hace en algunas películas. Hay un trabajo actoral completo, abordado y logrado. Marvel se viste de #1 hace rato y al parecer tenemos bastante trayecto, ya que algunos actores ya han firmado hasta para diez años más. No hay recomendación alguna que hacerle a los asiduos. Y hasta los tipos como el que estaba atrás mío, que mientras pasaban el trailer de la nueva versión de El Rey León y mostraban un jabalí, decía: “Mira el chanchito”, lo van a pasar increíble. OJO, EN MAYÚSCULAS, NO SE PUEDEN PARAR E IRSE ANTES QUE TERMINEN LOS CRÉDITOS. Hay dos «Post-credits» que son infartantes y reveladores de lo que se avecina. 

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Zona tres datos:

1.- Jake Gyllenhal es el tercer actor de Zodiac (2007) después de Robert Downey Jr. y Mark Ruffalo en representar uno de los Avengers. 

2.- Es la primera vez que Quentin Beck, Mysterio, es representado en la pantalla gigante desde que salió en papel allá por el año 64. 

3.- La primera escena de Post-credits fue en 1966, en la película «Los Silenciadores».