Columna de Mauricio Morales: "Kast cruje, pero no se quiebra... aún"

Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.

Ya nos estábamos acostumbrando a un José Antonio Kast de voz pausada, mirada sonriente y carácter afable. Parecía una candidatura que disfrutaba a plenitud estar en la cresta de la ola, esperando solo el paso de los días para cruzarse la banda presidencial. Sin embargo, esta última semana reapareció un Kast mucho más firme, combativo y enfático, que no pierde oportunidad para criticar al gobierno y a la candidata oficialista.

De un momento a otro pasamos de esa pasividad no tan propia de los candidatos intensos ideológicamente, a una propuesta más radical y revestida de autoridad. Kast entiende que la elección no está asegurada y que los discursos blandos y convocantes abren espacio para que otras candidaturas comiencen a apoderarse del malestar ciudadano hacia el gobierno.

Este cambio de actitud bien puede explicarse por el desempeño de su principal rival en la derecha: Johannes Kaiser. Con un mensaje breve y contundente, Kaiser aún es opción para los votantes más radicales. No ha tenido complejo alguno en rechazar la postulación de Michelle Bachelet como secretaria general de la ONU, a diferencia de Kast que, al menos en un principio, se mostró algo dubitativo. Kaiser no tiene filtro y ha reforzado un punto central: el Kaiser que se vote en la elección, será el mismo Kaiser que asuma el gobierno en caso de triunfar.

Entonces, no es tan descabellado pensar que en el entorno de Kast se haya concluido que parte de su leve retroceso en las encuestas de opinión responda, justamente, a un alza en la intención de voto hacia Kaiser. Para detenerlo, la única estrategia viable es aproximársele en la vehemencia del discurso, la crítica al gobierno, y el desprecio hacia Bachelet. Cualquier movimiento en falso de Kast que lo asocie a la denominada “derecha cobarde”, será aprovechado a plenitud por un Kaiser que, muy probablemente, esté pensando más en 2029 que en 2025.

¿Qué efectos producirá esto en la campaña? Antes de responder la pregunta, revisemos brevemente los resultados de las encuestas de este fin de semana. El estudio Panel Ciudadano-UDD, por ejemplo, muestra que Kast está empatado con Jara en el primer lugar. Ambos marcan 25%. Además, su distancia con quien viene en tercer lugar -Evelyn Matthei- es de 9 puntos, que es una diferencia muy sustantiva, aunque no definitoria aún. Kaiser, en tanto, está en los dos dígitos con un 10%.

La encuesta Criteria, por su parte, indica que Kast ha retrocedido 6 puntos comparando las mediciones del 24 de agosto y 28 de septiembre, mientras Kaiser se mantiene en 10%. Lo más preocupante para Kast es que su imagen de triunfo -quién cree el encuestado que será el próximo presidente- ha retrocedido 9 puntos desde el 24 de agosto, quedando empatado estadísticamente con Jara (35% versus 32%).

La encuesta Pulso Ciudadano, en tanto, arroja datos diferentes. Kast está en segundo lugar con 17.8%, mientras Kaiser aumentó de 5.5% a 10.1% su intención de voto en un mes. Este estudio muestra una alta vulnerabilidad de Kast, pues estaría a solo 6 puntos de Parisi y Matthei, y a 7 unidades de Kaiser. Finalmente, Cadem ratifica el retroceso de Kast que ahora marca 23%, quedando a solo 6 puntos a Matthei (17%), mientras que Kaiser llegó a su mejor resultado: 11%.

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Todo este ambiente de opinión pública, que los comandos leen con anticipación porque cuentan con estudios propios, impactó en el estado de ánimo de Kast y en la necesidad de marcar agenda. Por ejemplo, en el seminario CLAPES-UC no perdió la oportunidad de señalar que el gobierno de Bachelet había sido desastroso y desafió a los periodistas a que le pidieran el cargo si fracasaba en rebajar el gasto público en 6 mil millones de dólares en tan solo 18 meses.

Luego, en la Cumbre Agrícola desarrollada en Temuco, dijo que se recuperarán las tierras usurpadas a los respectivos dueños, y que para eso se aplicará todo el rigor de la ley. En caso de no tener las mayorías parlamentarias, Kast señaló: “debemos actuar igual, y si me tengo que ir preso, me voy preso”.

¿Qué está tratando de transmitir Kast? Muy simple. Si Kaiser es duro, él lo será tanto o más. Por cierto, estos últimos dichos tienen como caja de resonancia la región de la Araucanía, en que Republicanos y Libertarios dan una pelea total por la lucha hegemónica del sector, especialmente en la elección senatorial. Por tanto, era muy importante asemejarse a Kaiser. Esto puede sonar contradictorio con la estrategia original, que consistía en permitir el avance de Kaiser, quien decía cosas que muy probablemente Kast pensaba, pero que no podía verbalizar producto de su amplio favoritismo en las encuestas. Ahora que su ventaja sobre el resto se ha reducido, Kast volvió por los suyos y comenzó a reelaborar un relato más propio de un líder de derecha radical. Su candidatura cruje, pero aún está lejos de desplomarse.

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