"Noviembre negro" en liceos emblemáticos: Encuentran botellas y bidón con bencina en Liceo Manuel Barros Borgoño

“Es el episodio más duro que me ha tocado enfrentar”.

Con esas palabras calificó el ministro de Educación, Nicolás Cataldo (PC), la explosión en los baños del Internado Nacional Barros Arana (INBA) que provocó el manejo de bombas molotov.

El hecho, que dejó inicialmente a 35 estudiantes heridos –de los cuales 13 se mantienen hospitalizados–, volvió a poner en el centro del debate la violencia en los liceos emblemáticos de la comuna de Santiago.

16 días después del episodio, el 8 de noviembre, se registró un nuevo hallazgo de similares características, pero esta vez en calle San Diego en el Liceo Manuel Barros Borgoño.

A las 8:10 horas de ese viernes, una asistente de educación –cuyo nombre este medio resguarda– encontró en el sector sur del establecimiento, en los baños, cuatro botellas de un litro y un bidón con bencina y líquido acelerante.

El relato de la asistente fue recogido en una carta que envió el director del liceo, Osvaldo Valenzuela Parra, al jefe de la Dirección de Educación Municipal (DEM) de Santiago, Rodrigo Rocco.

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A raíz del hecho, el lunes 18 de noviembre la DEM interpuso una querella en contra de quien resulte responsable por los delitos de porte de artefacto incendiario y amenazas en contra de los funcionarios. La acción judicial fue acogida a trámite el jueves 21.

Tras el hallazgo, según se lee en el informe, se llamó a Carabineros para dar cuenta del líquido acelerante y denunciar el hecho, pero “lamentablemente no hubo respuesta”.

Casi dos horas después, a las 9.45, se gatilló un cortacalle a las afueras del Barros Borgoño, donde un grupo entre 40 y 50 estudiantes encapuchados salieron del establecimiento e interrumpieron el tránsito de vehículos y se enfrentaron con Carabineros.

Según la versión del director y los funcionarios, en el contexto de los incidentes, se evidenció “el ingreso de infiltrados por la entrada lateral de San Diego, trayendo consigo bidones con bencina que los dejan en el pasillo para que los ingresen al interior del establecimiento”.

Parte del combustible que fue aportado por los supuestos “ infiltrados” se derramó accidentalmente en la zona del ingreso al patio sur del liceo, junto al comedor de los docentes y funcionarios del establecimiento. “Pudo haber sido una tragedia mucho mayor”, señalan.

En medio de los desórdenes, los encapuchados lanzaron panfletos propagandísticos vinculados a grupos anarquistas, con la consigna de un “Noviembre Negro” en memoria de Kevin Garrido, uno de los condenados por la colocación de artefactos explosivos en la 12º Comisaría de San Migueil y en la Escuela de Gendarmería de San Bernardo en 2015.

Garrido, condenado a 17 años de presidio efectivo, fue apuñalado en Santiago 1 y falleció en noviembre de 2018. “Noviembre Negro x Kevin Garrido. Abajo las jaulas de la sociedad civilizada”, se lee en los panfletos esparcidos en la calle.

“Son situaciones totalmente ajenas al liceo”, comentan. Mientras se desarrollaban los incidentes, dice el informe, “encapuchados e infiltrados amenazan al personal del liceo verbalmente para no abrir las puertas de salida del edificio Zenteno y desocupar las dependencias ante la amenaza latente porque se hacía irrespirable el ambiente producto del gas lacrimógeno”.

El desenlace de los ataques se produjo a eso de las 11.20 horas, luego del desalojo forzado del edificio por los hechos de violencia que se registraban a las afueras.

La violencia en los liceos de Santiago

Esta es la primera querella que ingresa la actual administración encabezada por Irací Hassler (PC) –quien perdió la reelección en contra de Mario Desbordes (RN)– por hechos relacionados a artefactos incendiarios en el Liceo Manuel Barros Borgoño.

En mayo de este año, la Dirección de Educación Municipal presentó una querella por incidentes en el liceo, que guardaban relación con “amenazas con cadenas y martillos a funcionarias y funcionarios”. Ambos hechos están siendo investigados por la Fiscalía Metropolitana Centro Norte.

En total, la administración de Hassler ha ingresado 21 querellas por hechos de violencia de “extrema gravedad” en liceos municipales de la comuna de Santiago.

El desglose de esas acciones judiciales es el siguiente: tres de ellas corresponden al INBA, diez al Instituto Nacional, cuatro en el Liceo de Aplicación, dos en el Manuel Barros Borgoño, una en el Confederación Suiza y otra por amenazas a directivos de liceos municipales.

Trece de esas acciones judiciales corresponden al uso de bencina, molotovs y otros artefactos incendiarios.

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