Niño fue dado de alta tras 7 años internado en Hospital de Valdivia: Ahora podrá continuar tratamiento en su domicilio

Matías Narváez Vallejos, un niño de 10 años de edad, dejó el Hospital Base Valdivia, en la región de Los Ríos, luego de siete años internado allí y ahora podrá continuar un tratamiento de alta complejidad en su domicilio. 

El niño oriundo de Panguipulli tenía apenas tres años de vida cuando ingresó al recinto debido a una insuficiencia intestinal llamada Síndrome del Intestino Corto, que consiste en la falta de una parte del intestino delgado, lo que le impide absorber nutrientes de manera adecuada.

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El tratamiento que seguirá en su casa

Ahora en su hogar, el tratamiento será un método de nutrición parenteral, en el cual se le suministra alimentos a través de una vena.

Matías se convirtió en el primer paciente de Chile en recibir el fármaco Teduglutide, que disminuye el volumen de su nutrición parenteral y hace que su administración sea de noche, posibilitando que en el día pueda hacer una vida normal.

Lo anterior fue clave para planificar que la misma prestación que el hospital le da, la reciba en su casa en Panguipulli, por lo que sus padres también fueron capacitados por el equipo de enfermería.

"Se logró coordinar un servicio externo que será el encargado de proveer su nutrición parenteral a través del Programa de Nutrición Parenteral Domiciliaria. Este equipo de enfermería externo va a conectar y desconectar diariamente a Matías con todos los cuidados que requiere", detalló la doctora Karina Dinamarca, pediatra gastroenteróloga del Servicio de Pediatría del hospital.

Antes de recibir el alta, Matías tenía permiso para salir del hospital; sin embargo, "no podía estar todo el tiempo con su familia ni realizar actividades cotidianas como jugar o ir al colegio", indicó Dinamarca.

"Agradezco el cariño que tuvieron con Matías"

Los siete años en que estuvo internado permitieron que Matías formara una cercana relación con el equipo multidisciplinario de pediatría, compuesto por médicos, enfermeras y TENS.

Los profesionales de la salud también se convirtieron en su segunda familia, siendo parte importante de la vida del niño y acompañándolo en cumpleaños, navidades, años nuevos, días del niño y más. Incluso, el pequeño cursó sus estudios primarios en la Escuela Hospitalaria de Valdivia.

Para despedirlo, el equipo pediátrico realizó una actividad: llevarlo a recorrer los principales servicios del recinto en los que recibió atención, para luego reunirse con sus padres.

La madre de Matías, Hortensia Vallejos, agradeció al personal médico que atendió a su hijo durante los siete años que estuvo en el hospital y los definió como "su segunda familia".

Fue "un equipo muy bueno que estuvo con él en un proceso largo, doloroso. Gracias a Dios hemos podido respirar, salir adelante. Han pasado cosas dentro de la salud de Matías que nosotros no esperábamos. Nos apareció un tratamiento que nos permitirá estar con él en casa y gracias a eso, hacer su vida normal con nosotros", valoró.

Su padre, Jorge Narváez, se sumó a los agradecimientos y señaló: "Agradezco el trato y el cariño que tuvieron con Matías. Todos se portaron muy bien con él y eso es algo que siempre vamos a valorar y destacar. Nos vamos más tranquilos y ahora tenemos que seguir adelante con esta nueva vida para él".