La pugna de religiosas contra constructora por la edificación de un colegio en el Biobío

¿Qué pasó?

En un lío judicial, que ya suma varios años, se encuentra la congregación de origen alemán Hermanas de la Caridad Cristiana Hijas de la Bienaventurada Virgen María de la Inmaculada Concepción contra la Inmobiliaria y Constructora Concepción.

Todo partió por un colegio que había sido fundado hace cerca de 150 años en el centro de la capital del Biobío y que ya demostraba averías propias de los años. Aprovechando que el terreno subía de valor, se tomó la opción de vender el paño y levantar la escuela en otro lugar.

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Para esos trabajos se contrataron los servicios de la mencionada inmobiliaria en 2017. Un acuerdo que se pactó por 185.000 UF (valor que a marzo de 2024 supera los 6.825 millones de pesos). En el acuerdo, según las religiosas, se estipuló que la empresa "sería la última responsable de la calidad de las obras".

Colegio Inmaculada Concepción del Biobío / Facebook

 

Sin embargo, desde la congregación no quedaron conformes con el trabajo realizado, acusando que las nuevas instalaciones se llueven, les salen hongos y ha explotado la conexión eléctrica. 

Con todos esos antecedentes detrás y asegurando que se había pagado la totalidad del dinero que correspondía, no recibieron a cambio el servicio contratado, "ya que la obra adolece de múltiples y graves vicios constructivos: filtraciones generalizadas en todo el edificio, defectos de instalación, fallas eléctricas, falta de aplicación de pintura intumescente en las estructuras metálicas, falta de drenajes, fallas en las pendientes en techumbres", alegaron en uno de los documentos judiciales. 

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El informe pericial, que quedó a cargo del ingeniero civil Christian Fuentes, concluyó que son pertinentes las obras reclamadas por las monjas por un valor que alcanza las 18.651,15 Unidades de Fomento (algo así como $687 millones).

Por otro lado, los montos reconocidos por la empresa llegan a 1.855,39 UF ($68 millones). La falla más costosa que reconoció el informe fue precisamente la que tenía relación con la instalación eléctrica, la que se estimó en más de 9 mil UF (330 millones de pesos).