Columna de Mauricio Morales: Republicanos, el monito mayor

Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.

Si bien la salida del ministro Giorgio Jackson era cuestión de tiempo, la acusación constitucional anunciada por Republicanos aceleró el desenlace. De manera sorpresiva, decretó las penas del infierno contra el exministro sin avisar ni notificar a sus socios naturales de Chile Vamos.

En una jugada estratégicamente impecable, Republicanos no le dejó opción a RN y la UDI, que se vieron obligados a seguir al líder. Esto demuestra que la derecha tradicional continúa aturdida producto del resultado electoral de los comicios de consejeros constitucionales, sin poder entender cómo ni de qué forma se convirtió en un simple actor de reparto. Da la sensación que Republicanos siempre va a un paso adelante y que en poco tiempo logrará apoderarse de la votación histórica de Chile Vamos, convirtiéndose en el partido dominante del sector. ¿Qué explica este resultado?

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Primero, Republicanos está colocando la música en el Congreso y la letra en el Consejo Constitucional. De manera inesperada accedió a algo así como el poder total. Lo que diga Republicanos es ley para Chile Vamos, y muy probablemente conseguirá un pacto electoral favorable para enfrentar las elecciones de 2024 y 2025.

Tanto RN como la UDI han aceptado ser presa del partido de Kast, sin hacer un mínimo esfuerzo para avanzar en la otra dirección. Es decir, conquistar a electores moderados. Suena irracional, pero Chile Vamos prefiere competir con Republicanos en el votante más intenso de derecha, que suele preferir el original antes que la copia. En el contexto del voto obligatorio y con cerca del 40% de los chilenos identificándose con el centro, según la última encuesta del CEP, lo correcto es fidelizar a esos electores, pero Chile Vamos optó por cobijarse en Republicanos, sin darse cuenta de que, políticamente, es el abrazo del oso.

En segundo lugar, Republicanos tiene un liderazgo presidencial instalado y con experiencia. Evidentemente, falta mucho camino para esa elección, pero RN y UDI están pavimentando la ruta de Kast. Su carta presidencial más fuerte es Matthei, que seguramente recibirá más apoyo de los votantes moderados que de los votantes de derecha. Cuando decida anunciar su candidatura, muy probablemente Chile Vamos ya se encuentre atrapado en el extremo derecho. La tarea de Matthei consistirá en hacer creíble su apuesta “a pesar” de Chile Vamos más que “con” Chile Vamos. Incluso, si fuese ella quien avance a una eventual segunda vuelta, necesitará del apoyo de Republicanos y, a lo mejor, hasta los invita a formar gobierno.

En tercer lugar, Republicanos deja que Chile Vamos haga el trabajo sucio. Es cosa de ver el desenlace de Jackson. El exministro no sale del gabinete producto de la carta de la UDI que solicitaba al Presidente su remoción inmediata, imputándole delitos sin contar con las pruebas necesarias. Jackson cae a raíz de la acusación constitucional a la que incluso se pudieron plegar legisladores de la DC y de Demócratas. Lo más increíble de esta historia es que Republicanos nunca dio argumentos jurídicos para respaldar esa acusación. Simplemente, la anunció y esperó que el resto se sumara. Nuevamente, actuó como el monito mayor. De hecho, si Jackson se querella, debiese ser en contra de la UDI por la imputación de delitos, y no por la acusación que anunció Republicanos.

Finalmente, está el rol de Republicanos en el Consejo Constitucional. La racionalidad indica que el partido debiese realizar todos los esfuerzos posibles para cerrar el proceso de manera exitosa. Sin embargo, las encuestas anuncian un triunfo claro de la opción “en contra”. Si esta tendencia se mantiene en las próximas semanas, Republicanos deberá decidir si sale a defender el texto, o deja caer el proceso de manera definitiva. Haga lo que haga, el resto de la derecha seguirá sus pasos. Total, es el monito mayor.

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