¿Imponemos el orden o lo quemamos todo?: Mauricio Morales analiza la última encuesta Cadem

¿Qué pasó?

El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, analizó los resultados de la Encuesta Plaza Pública de Cadem de este domingo 4 de diciembre, donde Carabineros y la PDI tuvieron un alza en la valoración de la ciudadanía.

El análisis de Morales

La PDI y Carabineros se lucen en los primeros lugares del ranking de desempeño institucional, según Cadem, con 82% y 78%. Al fondo de la tabla están los de siempre: Partidos políticos y Congreso.

No es tan difícil percatarse que la ciudadanía valora y confía más en las instituciones de orden, y que rechaza las instituciones de conflicto. Eso siempre ha sido así, pero lo que llama la atención es la variación positiva, especialmente de Carabineros, en un contexto de alta percepción de inseguridad pública.

El 80% se siente vulnerable ante la posibilidad de ser víctima de un delito, el 87% cree que la delincuencia ha aumentado, el 71% dice que el país va por mal camino, y el 89% estima que nos encontramos estancados o en retroceso. Este escenario es catastrófico. Más de alguno pensará que es el contexto ideal para un nuevo estallido social en que, finalmente, salgamos a quemarlo todo. Otros, más razonables, por cierto, pensarán que ese no es el camino, y que se deben hacer todos los esfuerzos para recuperar el orden. Esto, mediante el uso legítimo de la fuerza por parte del Estado. Y ese uso legítimo de la fuerza recae, especial, pero no exclusivamente, en Carabineros, una institución que ha atravesado por al menos tres crisis de confianza.

En 2011 se enfrentó a una fuerte crítica por su desempeño en las manifestaciones estudiantiles. Más adelante, la imagen institucional se vino el suelo a raíz del denominado “pacogate”. Y más recientemente, fue por lejos la institución más vilipendiada durante el estallido social. En esos tres eventos, los chilenos descargaron su rabia contra la institución, pero hoy la ven como el último bastión disponible para restituir el ansiado orden.

Sin embargo, la ciudadanía hace una distinción muy relevante. Una cosa es combatir el delito en las calles y otra muy distinta es generar una política de seguridad pública. Cuando se pregunta por la agencia responsable de resolver el problema de la delincuencia, un 51% menciona al gobierno y solo un 9% a Carabineros o la PDI. Es esta distinción la que ayuda a entender los niveles de confianza y apoyo que generan ambas instituciones.

Muy probablemente la ciudadanía percibe que tanto la PDI como Carabineros efectivamente extreman recursos para luchar contra la delincuencia, pero que carecen del apoyo político necesario para ganar esa batalla. En consecuencia, la percepción de delito podría seguir subiendo y, a la par, incrementándose la confianza o los apoyos hacia ambas instituciones. De hecho, cuando se pregunta por las razones del incremento de la delincuencia, un 31% dice que es consecuencia del alza en la migración, y 26% señala que Carabineros no cuenta con todas las atribuciones para combatir el delito. El problema, por tanto, es político.

¿Qué hacemos ante un escenario de esa naturaleza?, ¿cómo garantizar la estabilidad en medio de una crisis económica y una crisis de orden público?, ¿están dadas las condiciones para un nuevo estallido social?. La ciudadanía está con miedo, se siente vulnerable, es pesimista respecto al rumbo del país, sigue siendo crítica de las instituciones representativas de la democracia, y no aprueba el desempeño del gobierno. ¿Saldrá a quemarlo todo o seguirá clamando por restituir ese orden extraviado en tiempo y espacio? Según esta encuesta, claramente lo segundo por sobre lo primero. Eso, al menos, por ahora.

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