"El crimen no acaba en la cárcel": preocupación por aumento de delitos y organización de bandas en penales

  • Por Ana María Lizana / Rodrigo Ugarte

Escuchas telefónicas dentro de la cárcel dan cuenta que, en vez de reducir los delitos y crímenes en estos recintos, estos aumentan considerablemente. Es más, bandas del crimen organizado se rearticulan dentro de las cárceles, donde líderes siguen operando con sus imperios del delito.

En Chile, existen 83 cárceles que están distribuidas por todo el territorio nacional, albergando a por lo menos 46 mil reclusos. En estos mimos penales, existe prohibición de ingreso de elementos, tales como teléfonos. Sin embargo, son estos mismos los que son ingresados y utilizados por reos.

Estos elementos son ingresados a través de lanzamientos desde el exterior, por drones, funcionarios, personas externas por concesiones dentro de la cárcel e incluso abogados que visitan a los internos.

"No hemos sido escuchados"

El suboficial Eduardo Riquelme, presidente Nacional Asociación de Gendarmes dice que este problema viene por lo menos desde una década atrás, asegurando que en vez de rehabilitarlos, acaban organizándose para cometer más delitos.

"Gendarmería ha dado la voz de alerta casi por 10 años. No hemos sido escuchados y no hemos podido sensibilizar al mundo político. Las bandas o el crimen organizado no se termina en la cárcel, todo lo contrario, hemos expuesto montón de veces que las bandas se reorganizan dentro de las cárceles", asevera Riquelme.

De acuerdo al informe de la universidad de inteligencia y análisis criminal de Gendarmería, existirían operando al menos 208 líderes de bandas criminales, quienes operan desde el interior de los recintos por celulares.

Medidas insuficientes

Por ello, este problema se remonta desde el año 2000. Las estafas telefónicas estaban en su apogeo con distintos cuentos del tío, premios millonarios, accidentes de tránsito e incluso secuestros de parientes, todos orquestados por reos de Colina 1.

El Gobierno, a raíz de ello, instalaron inhibidores de señal en las principales cárceles del país. Lamentablemente, esto no funcionó: más allá de afectar la señal dentro de las cárceles, también afectaba a vecinos e incluso centros de justicia.

Esto llevó a desechar este sistema pero a redoblar la seguridad dentro de las cárceles. Sin embargo, el gran poder adquisitivo de las bandas organizadas, haría la tarea más compleja. Drones y ofrecimientos de dinero, harían que el ingreso de celulares continuara.

Por ello, el suboficial Eduardo Riquelme señala que "estamos derechamente llegando a un colapso. Necesitamos tecnología para evitar que transiten drones y el crimen organizado ha permeado. En este caos, nos referimos a abogados que ingresan celulares y son utilizados por los reos".

Todo aquello permitió que líderes permanecieran en celdas "vip" con todo tipo de comodidades dentro de la cárcel, además del manejo de decenas de celulares para comunicarse con sus soldados y así seguir dirigiendo su imperio criminal.

"La cárcel no puede ser gobernada por criminales"

Armando Araneda Flores es un narcotraficante que está recluido hace dos años en Colina 1. En una escucha telefónica, se puede oír como el hombre envía a un sicario de apenas 17 años a hacer el "trabajo sucio". Incluso, le pide escuchar todo lo sucedido.

Es por ello, que se cree que las cárceles se estén convirtiendo en "centro de operaciones" u "oficinas protegidas" para líderes de bandas delictuales.

Para el exfiscal Nacional, Sabas Chahuán, está lejos de serlo, pero en modus operandi, muy cerca: "Estamos lejos en escala, en tamaño, pero en modus operandi, estamos bastante cerca y hay narcotraficantes que cumplen condena, pero siguen administrando su imperio narco dando órdenes. Deberíamos atacarlos fuertemente y cortarlo de raíz".

"La cárcel no puede ser gobernada por bandas criminales. Por eso es relevante que nosotros entendamos que el crimen organizado se combate en las calles, pero también en la cárcel. Hay que avanzar en tecnología y regímenes más estrictos. Separar los delincuentes por su peligrosidad", sugiere el exdirector Nacional de Gendarmería, Christian Alveal.

Actualmente, se está trabajando en un plan que lidera el Gobierno junto a Gendarmería para evitar que las bandas criminales continúen creciendo dentro de las cárceles. Sin embargo, aún está en etapa de evaluación.

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