Dueño de Fuente Alemana y protestas: "Si la cosa está muy dura, cerramos y alojamos en el local"

¿Qué pasó?

Uno de los locales que hasta el momento se mantiene en pie es la Fuente Alemana, ubicada cerca de Plaza Italia, lugar en que se genera la mayor concentración de personas durante las manifestaciones.

Su dueño, Carlos Siri, explicó que en varias ocasiones desconocidos han intentado entrar al negocio, sin embargo, no lo han logrado. “El barrio está destruido y saqueado, no es que hayan rayado, botado cosas, sino que saquearon toda la cuadra. Sólo nos salvamos nosotros”.

¿Qué dijo?

Además, explicó a LUN, que “si la cosa está muy dura, cerramos y alojamos en el local, pero si en un minuto baja, nos vamos”.

También indicó que los primeros días intentaron saquearlos dos veces: “Salimos a enfrentarlos. ‘¡Oye qué te pasa con el local!’, les decíamos y ahí se iban porque a uno lo veían decidido. Estábamos con palos acá adentro dispuestos a defendernos”.

En ese sentido, añadió que “eran básicamente cabros chicos. Una noche en que no estábamos también quisieron entrar, pero se aburrieron tratando de romper la reja. Al otro día los vimos en nuestras cámaras”.

De acuerdo con el movimiento

“Yo estoy de acuerdo en lo que están pidiendo, hay que analizarlo y hacerlo bien, pero nos falta seguridad. De a poco Plaza Italia se ha transformado en tierra de nadie, no solo de ahora. Si se gana un partido, destrozos y más destrozos, quedamos expuestos a las turbas y tenemos que cerrar. Faltan carabineros, pero tampoco los respetan. El gran problema es que no sé cómo se puede dar seguridad. ¿Tendrá que morir alguien in situ? ¿Ahí vamos a entender recién?”, manifestó.

Las pérdidas

Acerca de las pérdidas, reveló que “las ventas nos han caído un 80%. Cuando partió el movimiento nunca pensamos que nos iba a impactar tan fuerte, porque acá en Plaza Italia siempre ha habido protestas, pero era mucho más normal que lo que está pasando ahora. Nunca hubo un problema a este nivel”.

Otro de los problemas que han debido enfrentar es la falta de público: “Como que en estos casos, cuando hay jaleo, el chip interno de la gente les dice que no vengan a este sector. Con mi vecino estamos viendo cuánto podemos resistir, pero a este ritmo no queda mucho la verdad”.

“Con lo que entra no alcanzamos a cubrir ni los gastos fijos. El mes pasado pudimos pagar los sueldos y todo bien, pero ahora hay que pagar imposiciones, el poco IVA que pudimos trabajar, luz, agua y gas”.

"Nosotros somos el daño colateral"

Por otro lado, expresó: “Nosotros somos el daño colateral de esto. A uno le pueden decir ‘claro, es que tú eres empresario’ y, sí, a lo mejor yo me puedo salvar vendiendo la propiedad, solo por decirlo, porque espero nunca tener que hacerlo, ¿pero la gente que trabaja conmigo?”.

“Son 38 personas y no hay propinas. En un mes una trabajadora puede sacar, entre sueldo y propina, $700 mil y en un mes bueno hasta un millón. Muchas de ellas, las señoras más antiguas, pudieron comprar sus casas y educar a sus hijos en la universidad con esto. Aquí los más afectados son los que menos tienen”, finalizó.