Inminente desalojo: La desesperada búsqueda de un refugio para 32 perros rescatados por agrupación animalista

  • Por Oliver Rodríguez

Por Oliver Rodríguez

La casa donde actualmente funciona la agrupación animalista Proani es grande, como la mayoría de las que aún sobreviven en las cercanías del tradicional barrio El Llano Subercaseaux, en la comuna de San Miguel, ante la intensa y sostenida aparición de altos edificios durante los últimos años.

Pese a que no cuentan con la autorización para ubicar a sus huéspedes dentro del terreno construido, un profundo patio fue acondicionado especialmente para albergar a Capitán, Miko, Kuky y al ya tradicional Maipo, que en los 10 años que lleva esperando a una familia, se ha tenido que despedir de sus afortunados pares que han sido escogidos. El sábado se fue Panchita, con quien compartió canil durante toda su vida. 

Desde su nacimiento, en 2005, la directiva de Proani ha tenido una cercana y fructífera relación con la Municipalidad de San Miguel. Sin embargo, todo cambió a partir de su llegada a su último refugio, en julio de 2018, que desde un comienzo fue vista con resquemor por la comunidad aledaña, que no tardó en dirigir y endurecer sus quejas hacia la administración comunal e, incluso, la justicia.

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COMODATO REVOCADO

Hoy, tras estériles negociaciones entre las partes involucradas, la Municipalidad revocó unilateralmente el comodato de Proani respecto de la casa donde funcionan, luego de que su presidenta, María de los Ángeles Pérez, se negara a firmar el acuerdo que ofrecía el alcalde, por considerar que no se aseguraban los compromisos que se le habían realizado. Ahora, Proani y los 32 perros bajo su amparo podrían ser desalojados por Carabineros.

"Nunca hemos desconocido que la Municipalidad nos ha ayudado, desde el período de don Julio Palestro, quien fue el de la idea de tener una casa, como también de Luis Sanhueza, pero encuentro que no se manejó bien este tema", señala Pérez, presidenta de la agrupación, a AhoraNoticias.cl, quien acusa a la Municipalidad de negarse a firmar un apoyo económico ofrecido antes de que se pusiera fin al comodato de mutuo acuerdo.

"LAVANDA"

A veinte metros del refugio actual de Proani se encuentra el Edificio Lavanda, que en sus 18 pisos de altura alberga decenas de departamentos de uno a tres dormitorios, cuyos habitantes son los principales afectados por los ruidos propios de los animales albergados.

"El tema empezó porque los perros ladran y el ruido sube. Eso es imposible desconocerlo", añade Pérez, agregando que cuando se instalaron en el lugar, intentaron acercarse a la comunidad mediante cartas invitándolos a participar de su actividad. Esto no prosperó.

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Una visión similar mantienen en la Municipalidad de San Miguel. José Luis Rodríguez, administrador municipal, lamentó los infructuosos intentos por lograr un acuerdo con la presidenta de Proani, aunque sostiene que la agrupación incumplía ciertos compromisos asumidos, como disminuir el ruido de sus animales y no facilitar las fiscalizaciones de los organismos comunales.

LADRIDOS Y VENENO

De igual modo, grafica el nivel de hastío de la comunidad, señalando que las quejas provenían de: "Todo el sector, no solo el edificio. Llegaron cartas con firmas de más de 150 vecinos que reclamaban por los ruidos constantes de los animales en el refugio. Nos enviaban grabaciones de las tres o cuatro de la madrugada con ladridos incesantes".

Lo anterior ha traído peligrosas consecuencias para los animales rescatados y los funcionarios de Proani, según relata María de los Ángeles Pérez: "Les tiraron veneno a los perros desde el edificio, tengo la denuncia de eso. Todos los días tiran bolsas con orinas, bolsas con excrementos, palos, frutas, piedras, de todo", sostiene.

Una de las opciones planteadas por la administración de la comuna, que estuvo cerca de convertirse en una solución al problema, era el traslado de Proani a una exfabrica de embutidos. Sin embargo, la existencia de millonarias deudas de servicios básicos en dicho inmueble imposibilitó el cambio, puesto que estas tendrían que haber sido solventadas por la agrupación animalista.  

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"CON LOS DOS PIES AFUERA"

En este panorama, tanto la directiva como el voluntariado de la organización acelera la búsqueda de un lugar donde poder instalarse, con la esperanza de que este pueda estar dentro de la comuna, debido a que la mayoría de los colaboradores vive ahí y no todos cuentan con un medio de transporte propio.

"También hemos pensado, dentro de la comuna ¿dónde? si en todas partes hay edificios. A dónde nos vamos, lamentablemente es lo que no sabemos, en este minuto no tenemos nada, hemos buscado, pero no se ajustan a nuestro presupuesto (...) estamos prácticamente con los dos pies afuera", relata Karla Martínez, una de las más activas voluntarias de la agrupación.

ADOPCIÓN

Pese al conflicto existente y el "punto muerto" en el que se encuentran las relaciones entre la Municipalidad de San Miguel y Proani, ambas partes coinciden en que la solución principal al problema es que se potencie y propague la adopción canina, junto con una adecuada educación respecto a la tenencia responsable de mascotas, como principal medida de prevención al abandono. 

Este es, precisamente, el enfoque actual de la organización, que en 13 años ha rescatado y esterilizado a más de 1.800 perros, en paralelo a la búsqueda de un nuevo refugio, aceleran el hallazgo de familias responsables que adopten a una mascota, lo que permitiría reducir el número de canes albergados y aumentar el rango de propiedades que puedan servir como nuevo albergue. La idea es, según señalan, poder continuar con su labor.