¿Adiós a los carros de sopaipillas? El debate sobre la regulación del comercio callejero en Santiago

Por Oliver Rodríguez.

“No tienen permiso ni resolución sanitaria (?) Yo no sé si ese ceviche tiene cadena de frío y los anticuchos no sé de dónde vienen”.

 Con esas palabras, el recientemente electo alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, dejaba claro en octubre de 2016 cuáles eran sus planes respecto al comercio ilegal de alimentos en las calles de la comuna.

En efecto, uno de los intereses más claros de la nueva administración es el control y reducción del comercio ambulante en general. En virtud de esto nace el “Plan Comercio Justo” que, pese a encontrarse en una etapa temprana, ya tiene a varios consumidores de luto, tras el retiro de algunos de los populares carros de sopaipillas, junto a otros con diferente oferta, que operaban sin resolución sanitaria y, por ende, sin permiso municipal.

“Este plan surge con el objetivo de apoyar al comercio establecido y crear conciencia ciudadana de que al comprar mercadería a ambulantes se está haciendo un gran daño a la ciudad, al comercio establecido, al entorno, a la seguridad y, por lo tanto, a todos”, explicaron desde el municipio.

A su vez, explican que la iniciativa no se centra en solo detectar y castigar a quienes no cumplan con la normativa. La idea, según informó a Ahoranoticias.cl la administración, es darles la “posibilidad de regularizarse y pasar al comercio establecido, en zonas específicamente definidas. Esto podrán hacerlo en la Municipalidad de Santiago, a través de la Dirección de Desarrollo Económico Local, quienes los apoyarán, capacitarán y acompañarán durante el proceso”.

¿ADIÓS SOPAIPILLAS?

Protagonista de lugares populares de alta concurrencia, y muy apetecida, dado su sabor y bajo costo, las sopaipillas son uno de los alimentos afectados que despertó más resistencia por parte de la población. No obstante, desde el Colegio de Nutricionistas llamaron a la calma, aclarando que se trata de un producto de bajo riesgo sanitario, cuya comercialización es de las más fáciles de regular.

“Dado que se trata de una fritura a altas temperaturas, en general no tiene grandes riesgos ni impacto en cuanto a inocuidad de los alimentos o intoxicación, no es de los alimentos más peligrosos, puesto que se trata de un alimento bastante seco, con poca cantidad de agua dentro de su masa y que también es tratado a grandes temperaturas”, explicó el director nacional del organismo, Paolo Castro, destacando, eso sí, la importancia de la correcta manipulación de estas, lo que se puede lograr con capacitaciones a los vendedores.

Distinto es  el caso del ceviche, explica el experto, calificando su consumo en la vía pública como de “alto riesgo”. Esto porque el pescado “es muy sensible a las temperaturas y es fácilmente contaminable con salmonella u otro tipo de microorganismo que puede causar daños a la salud importantes, sobre todo en la población que siempre son más sensibles: Niños, embarazadas y adultos mayores”, señaló a este medio.

¿QUÉ DICE LA GENTE?

No obstante el respaldo que ha recibido la medida por parte de las diferentes instituciones, diferentes personas han manifestado su rechazo a la idea a través de redes sociales, principalmente impulsados por la reducción de los carros de sopaipillas.

OTROS MUNICIPIOS

¿Es Santiago el único municipio que ha tomado un rol activo en el control del comercio ambulante? Iván Borcoski, secretario ejecutivo de la Asociación de Municipalidades explicó que se trata de un procedimiento común y que se enmarca dentro de las facultades de cada administración a través de sus ordenanzas.

“En la mayoría de las grandes ciudades se está dando esta necesidad de regular el comercio y que tiene que ver con una situación global, cuando hay alguna perspectiva de alguna situación más crítica desde el punto de vista económico en general, baja el nivel de crecimiento del país, siempre aumentan los comercios callejeros. Entonces lo que hacen los municipios normalmente es tratar de regularlo a través de sus respectivas ordenanzas”, sostuvo.