Las razones de Donald Trump para solicitar el cambio de la receta de Coca-Cola

La tradicional bebida Coca-Cola podría tener un cambio en su receta y todo responde a una intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En concreto, el mandatario estadounidense quiere modificar uno de sus ingredientes por azúcar de caña real.

"He estado hablando con Coca-Cola sobre el uso de azúcar de caña real en la Coca-Cola en Estados Unidos, y han accedido a hacerlo", escribió Trump en sus redes sociales.

Cabe destacar que en distintos países, la bebida es endulzada con azúcar de caña, mientras que en el país de América del Norte este proceso es con jarabe de maíz.

Si bien desde la empresa no han confirmado que realizarán una modificación en la elaboración de su producto estrella, un vocero de la misma dijo que "aprecian el entusiasmo del presidente Trump" y que "pronto se compartirán más detalles sobre nuevas ofertas innovadoras dentro de nuestra gama de productos Coca-Cola".

La razón por la cual Donald Trump quiere cambiar la receta de la popular bebida

De acuerdo a lo que consigna la agencia de noticias Reuters, la Comisión Make America Healthy Again (MAHA), un panel convocado por Trump y encargado de identificar las principales causas de enfermedades crónicas en la población, llegó a la conclusión, meses atrás que "el consumo de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa podría jugar un papel en la obesidad infantil y otras afecciones".

Distintos expertos se han expresado en pos de limitar el azúcar añadida en las dietas de niños y adultos, aunque, al mismo tiempo, no se han detectado diferencias significativas entre el azúcar de caña y el jarabe de maíz.

La propuesta de Trump ha dejado inquieto a un sector en específico: los agricultores de maíz. El presidente y director general de la Asociación de Refinadores de Maíz, John Bode, afirmó en un comunicado que "sustituir el jarabe de maíz de alta fructosa por azúcar de caña costaría miles de puestos de trabajo estadounidenses en la fabricación de alimentos, deprimiría los ingresos agrícolas e impulsaría las importaciones de azúcar extranjero, todo ello sin ningún beneficio nutricional".