¿Milei o Massa?: Más de 35 millones de argentinos escogen a su nuevo Presidente

Más de 35 millones de argentinos están convocados a votar este domingo en una segunda vuelta de las elecciones presidenciales muy inciertas entre el oficialista Sergio Massa y el aspirante de la ultraderecha Javier Milei.

Ambos están separados por apenas unos puntos, según los últimos sondeos, y en medio de un clima enardecido por el antagonismo de ambas opciones y las acusaciones de la oposición alertando de fraude electoral.

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¿Quién es el favorito para convertirse en Presidente de Argentina?

De acuerdo con las diez últimas encuestas recopiladas por el diario La Nación de ese país, Milei asoma como vencedor en seis de ellas, frente a las cuatro que hablan de un triunfo de Massa. Dicho estudio también refleja una media de un 2,9 por ciento de voto en blanco y un 2,5 por ciento de indecisos.

Para el cierre de campaña, ambos volvieron a mostrar sus diferencias de estilo. Milei, acompañado por la candidata de la derecha tradicional en primera vuelta, Patricia Bullrich, se dio un baño de multitudes en Córdoba -provincia clave para sus aspiraciones-, donde algunos de sus acólitos sacaron la motosierra a pasear.

Por su parte, Sergio Massa optó por algo mucho más discreto, reuniéndose con grupos empresariales y estudiantes en un colegio público de Buenos Aires.

El cierre de campaña estuvo marcado también por los ataques que la coalición de Milei dirigió contra el sistema electoral argentino, lanzado unas infundadas sospechas sobre un fraude electoral, que recuerdan a las de algunos de sus homólogos en la región, como el expresidente brasileño Jair Bolsonaro.

Algunas diferencias entre Javier Milei y Sergio Massa

Abanderado de los denominados libertarios, Milei centró la campaña en señalar a la política tradicional y a su clase dirigente, a la que define como casta, como principal responsable de los males de Argentina. 

En materia social, Milei dejó claro que si de él dependiera reduciría el papel del Estado hasta el punto de justificar votar en contra de una ley que detecta cardiopatías congénitas en los bebés antes de nacer porque supondría más gasto público.

"Yo soy liberal, libertario, filosóficamente, soy anarquista de mercado", dijo en una ocasión. Se ha mostrado contrario al aborto, incluso si el embarazo viene de una violación, pero sí le parece buena idea crear un mercado para promover la compraventa de órganos. Defiende dolarizar la economía y cuestionó la cifra oficial de 30.000 desaparecidos durante la última dictadura.

En tanto, Massa estuvo lidiando con la paradoja que supone ser responsable de las finanzas de un país que pasa por uno de sus peores momentos económicos y candidato de la fuerza que aspira a estar otros cuatro años en el poder, apelando de nuevo de manera particular a la clase trabajadora, sector al que acude tradicionalmente el peronismo para lograr conseguir votos.

Pese a lo anterior, quien logré mudarse a la Casa Rosada, deberá lidiar con la enésima crisis financiera de un país cuya inflación se prevé vuelva a superar máximos históricos y en medio de una fuerte polarización.

Por último, cabe recordar que en Argentina, el voto es obligatorio, salvo excepciones contempladas por la ley y que debe en cualquier caso justificar el elector. No acudir implica multa y, en caso de no pagarla, se realiza la inhabilitación para realizar gestiones ante los organismos oficiales durante todo un año.

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