"Intentamos aguantarlo, pero no se puede": demandaron a su vecino por los molestos ruidos que hace su gallo

En Alemania, un hombre fue demandado por un matrimonio alemán por los molestos ruidos que estaría emitiendo una mascota muy particular: un gallo.

En la demanda se especifica que esperan que la persona se deshaga del gallo, ya que “cacarea más de 200 veces por día” y ha convertido su hogar en una “tortura”.

“No empieza hasta las 8 de la mañana porque está encerrado por la noche, pero luego canta entre 100 y 200 veces a lo largo del día”, dijo Friedrich-Wilhelm, el demandante, consigna Daily Mail.

“Es insoportable”

Para tener pruebas que sustentaran el hecho y llevar a cabo la demanda, es que comenzaron a grabar al gallo cacarear y aunque intentaron habituarse, aseguran que “no se puede”.

“No podemos salir al jardín ni abrir ninguna ventana. Es insoportable. Intentamos aguantarlo, nuestros hijos y nuestros vecinos también, pero no se puede. Es raro hablar de esto como tortura, pero eso es lo que es”, acusa Friedich.

Asimismo, cuenta que otro vecino ya se mudó por el mismo motivo, pero que él no lo hará y el caso será discutido en la corte a la brevedad.

“Las gallinas necesitan al gallo”

El dueño del gallo, Michael, de 50 años, afirma que Magda, como nombró al ave, es necesario para su jardín para el mantenimiento de otras gallinas.

Las gallinas necesitan al gallo, si no estuviera se desplumarían unas a otras”, justifica el demandado y dice haber comprado cinco pollos en 2018, resultando uno de ellos el gallo por el cual está siendo demandado.

Sin embargo, el abogado de los demandantes, apela a que “un gallo no pertenece a una urbanización tranquila”.

Todo un edificio afectado

Sonya Vickers, de 48 años, vive unos pisos más abajo de donde vive el gallo y asegura que, pese a pedir que saquen al ave, no han habido resultados.

"Lo hemos pedido amablemente, pero él está haciendo de nuestras vidas una pesadilla. Empieza a cantar a las 4 de la mañana, otras veces a las 5 y es todos los días", asegura.

Otro residente, que trabaja desde casa, manifiesta que el gallo ha estado interrumpiendo sus llamadas de zoom a su jefe: "Es muy difícil concentrarse y sonar profesional cuando parece estamos está en una granja".

"Mis colegas comenzaron a llamarme Old MacDonald porque nuestras reuniones matutinas se ven interrumpidas constantemente por el ave", añade.