¿Qué pasó con los hijos de Pablo Escobar? Así lucen hoy los herederos del poderoso narco

Juan Pablo y Manuela Escobar Henao son los únicos hijos que se le conocen a Pablo Escobar, el peligroso narco colombiano que murió baleado a finales de 1993, abatido sobre un tejado de una casa en Medellín.

Desde chicos vieron cómo su padre construía un imperio basado en el narcotráfico de la cocaína, convirtiéndose en el hombre más buscado del siglo XX no solo por la policía, sino también por los carteles rivales.

Según la versión oficial, Juan Pablo está muy ligado a la muerte de su padre, ya que ambos tuvieron una llamada telefónica que se extendió lo suficiente para triangular la ubicación del capo. Aunque otras historias señalan que su deceso se produjo gracias a una desconocida traición familiar.

Sea como sea, ambos hermanos continuaron con su vida y hoy se encuentran en escenarios muy distintos. Después de un proceso de cambio de nombre, uno se dedica a la esfera pública, mientras que la otra está radicada en la privacidad.

"Aproveché la oportunidad del Cartel de Cali"

Entre los muchos enemigos que tuvo el líder del Cartel de Medellín estaba el Cartel de Cali, también dedicado al narcotráfico de cocaína. Ambas agrupaciones convivían armoniosamente al principio, pero la impulsividad y nula discreción de Escobar motivó a que los caleños se apartasen de él.

La enemistad comenzó cuando Cali se negó a sumarse al plan de secuestros de Medellín, cuyo objetivo era ejercer presión para que el gobierno colombiano no firmara el acuerdo de extradición con Estados Unidos.

Pero la guerra narco llegó a su clímax cuando 700 kilos de dinamita explotaron en el edificio Mónaco, el 13 de enero de 1988. Ahí vivía parte de la familia de Escobar y, si bien no hubo muertos ni tampoco se identificó a los responsables, para el capo no había dudas de que habían sido sus máximos rivales de Cali.

La enemistad se intensificó con los años, hasta que el "Patrón" murió el 2 de diciembre de 1993. Una de las historias sobre su muerte cuenta que el Cartel de Cali financió la ejecución del capo, entregando millonarios aportes a "Los Pepes" para que terminaran con su vida.

De toda esta rivalidad fue testigo Juan Pablo Escobar Henao, quien tenía solo 16 años cuando su padre murió. Según cuenta el ahora arquitecto y escritor, los capos de Cali fueron hasta su casa para cobrarle todos los recursos que invirtieron en el asesinato, pero le dieron una chance para vivir.

"Aproveché la oportunidad que me dieron los jefes del Cartel de Cali de conservar mi vida y cumplí la promesa de irme del país, de educarme, de ser un hombre de bien", comentó en una entrevista.

Además de arquitecto y escritor, hoy Juan Pablo se autodenomina "embajador de la Organización Mundial por la Paz" y se dedica a viajar por el mundo para realizar conferencias, en donde relata su vida como hijo del peligroso colombiano.

"Mi hermana disfruta de su privacidad"

Todo lo contrario ocurre con Juana Manuela Marroquí Santos, originalmente conocida como Manuela Escobar Henao. Mientras su hermano escribe libros sobre la relación con su padre, de la mujer es muy poco lo que se sabe.

Su madre, Victoria Eugenia Henao, quedó embarazada de ella justo cuando Escobar tenía un amorío con la joven Wendy Chavarriaga Gil, quien fue asesinada por "Popeye" tras protagonizar un macabro triángulo amoroso.

"Mi hermana no es una persona pública, disfruta de su privacidad y de tener el privilegio de llevar una vida normal. No le debe nada a nadie y vive tranquilamente alrededor nuestro y de los que la queremos. Nosotros respetamos su privacidad", escribió en Instagram su hermano.

Lo último que se supo es que en 2017 vivía en Palermo, Argentina, en donde fue fotografiada en distintas ocasiones.

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