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Mata a su pequeño hijo a golpes porque no se quería dormir y lo entierra en un patio

  • Por Meganoticias

¿Qué pasó?

En solo cuatro días de juicio, la justicia mexicana sentenció a una mujer a 42 años de prisión por matar y enterrar a su hijo de dos años. Las pruebas contundentes y la confesión de Jazmín Dayana "N", dieron lugar al fallo inapelable.

La mujer dijo que, junto a su pareja sentimental, golpeó a su hijo hasta matarlo porque no se quería dormir. Por el crimen, las autoridades buscan a Mauricio, alias "El Deaf", quien es oriundo de El Paso, Texas (Estados Unidos).

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Sebastiano, dos años de edad, vivió en un ambiente de maltrato desde su nacimiento en Sonora, México. La madre de Jazmín, Luz Rico, había denunciado por redes sociales que el menor era golpeado y quería que se le entregara la custodia del niño.

Sin embargo estas peticiones no fueron atendidas. El pasado 17 de febrero la abuela dijo a medios locales que había perdido todo contacto con Jazmín, de 23 años y con el bebé.

Simularon que se había extraviado

El pasado 31 de enero, la mujer lanzó a su hijo contra un escalón sólido. El golpe fue tan contundente que mató al niño casi de inmediato. Con ella estaba su pareja, quien se fugó. Ninguno llamó a emergencias ni llevaron al niño al hospital.

Sebastiano sufrió ruptura de la columna vertebral y un traumatismo cráneo encefálico severo que le provocó la muerte. Ambos envolvieron el cadáver con una sábana. Solo les importaba deshacerse de él, lo que lograron tres días más tarde, detalla Infobae.

Desde ese momento la mujer no hizo más contacto con su familia. La abuela y el padre biológico de Sebastiano denunciaron el caso y comenzaron a buscarlos. No imaginaban que Jazmín y su pareja simulaban que Sebastiano se había extraviado para ganar tiempo.

Como no tenía cómo explicar la ausencia del pequeño y prefirieron mantenerse ocultos en Guaymas, Sonora.

El dueño del terreno los delató

La abuela y el padre se horrorizaron cuando supieron que Sebastiano fue asesinado a golpes porque no se dormía y luego fue sepultado a media milla de donde vivía Jazmín.

Según contaron testigos, la asesina ubicó un terreno solitario propiedad de un morador del lugar, a quien le pidió permiso para limpiarlo. El dueño notó el comportamiento extraño y días más tarde descubrió que habían enterrado a Sebastiano en el sitio.

La rápida acción de las autoridades logró capturar a la mujer en unos departamentos en la colonia Adolfo López Mateos. Estaba sola. La Fiscalía presentó los cargos ante el juez y rápidamente se dio sentencia en este caso de filicidio.

"Ante los datos de prueba, aceptó su culpabilidad y acompañada por su abogado defensor, optó por el procedimiento abreviado por homicidio infantil e inhumación cometido en agravio de su hijo de 2 años de edad”, citó la Fiscalía.

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