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La hija ejemplar de vida falsa que se hartó de sus padres y contrató sicarios para asesinarlos

  • Por Meganoticias

La canadiense Jennifer Pan era, simplemente, la hija perfecta. Criada en la férrea disciplina de sus padres de origen asiático, quienes incluso tenían la ilusión que se convirtiera en deportista olímpica, todo terminó en una macabra historia.

Todo mentiras

La mujer, ahora de 34 años, tenía una estricta rutina en su escuela, donde sus progenitores Bich Ha Pan y Huei Hann controlaban todos sus movimientos, lo que transformó su vida en una sin amistades y eventos sociales.

Con el paso de los años, Jennifer se hartó. Optó por falsificar sus notas, creó menciones de honor y títulos universitarios que jamás alcanzó, armando una vida falsa, donde fingió estudiar para farmacóloga, mientras vivía con su novio Daniel.

Sus padres descubren la mentira

Tras impedir que sus padres asistieran a su graduación, ya que adujo que debía cumplir turnos en el hospital donde supuestamente trabajaba, la situación cayó por su propio peso.

Sus progenitores, desconfiados, lograron contactar a una amiga de su hija, quien les relató la verdad.

Molesto, su padre obligó a su hija a regresar a la casa, renunciar a su verdadero trabajo en un restaurante y dejar a Daniel, su novio.

Pese a que ya era una adulta (24 años), le quitó su celular, su computador portátil e, incluso, instaló un GPS en su automóvil para controlarla, situación que se registró en 2010.

Contrató a sicarios para matar a sus padres

Así comenzó a idear un macabro plan: Asesinar a sus padres. Con un viejo amigo llamado Andrew, quien vivía una situación similar y también estaba decidido a matar a su familia, Jennifer y un cómplice más urdieron un plan, pero todo salió mal.

La joven pagó a su amigo 1.500 dólares, pero este terminó huyendo con el dinero. Así volvió a tener una relación con su antiguo novio, Daniel, y juntos fraguaron un plan que incluía contratar un sicario para que hiciera el trabajo.

La idea era fingir un atraco en el que murieran Bich Ha y Huei Hann Pan y el pago fue de 10 mil dólares.

El 8 de noviembre de 2010 ocurrieron los hechos. Jennifer abrió la puerta de su casa cuando sus padres ya se iban a dormir y dio la señal convenida. Unos minutos más tarde, le envió un mensaje a David, uno de los tres sicarios contratados para que procediera.

Los supuestos ladrones entraron y tras maniatar a Jennifer, le dispararon a los padres en la cabeza. La madre murió de inmediato y su padre falleció camino al hospital.

Tras una serie de investigaciones, la mujer confesó lo sucedido y la sentencia fue total: Cadena perpetua a Jennifer, entonces de 28 años, a su novio Daniel Wong y a los tres hombres que la ayudaron con su plan: Lenford Crawford, David Mylvaganam y Erick Carty.

En 25 años, es decir, en el 2039, podría solicitar la libertad condicional, y volver a la calle vigilada, como vivió toda su vida. 

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