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Muerte de hombre que se creyó devorado por caimanes escondía horrorosa verdad

  • Por Francisco Jopia

La muerte de un hombre que fue considerada como accidental, ya que se determinó que había sido devorado por caimanes, dio un inesperado giro 18 años después, cuando el amigo de la adolescencia del fallecido, Brian Winchester, confesó que lo asesinó disparándole en el rostro.

Todo comenzó el 16 de diciembre de 2000 en Florida, Estados Unidos, cuando Jerry Williams salió de su casa para cazar patos en un lago cercano y nunca más se supo de él.

Las investigaciones realizadas en la época determinaron que había sido devorado por caimanes, ya que no pudieron encontrar ningún rastro de su cuerpo.

El pasado martes se conoció la verdad en torno al caso, ya que Brian Winchester confesó el asesinato y acusó que la cómplice había sido Denise Williams, la viuda de Jerry. En la ocasión, relató que esa noche, empujó del bote a la víctima, pero éste logró nadar y aferrarse a un árbol, por lo que decidió matarlo de un disparo en la cabeza.

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"Cuando le disparé estaba oscuro y hubo un destello brillante. Tenía que hacerlo, no tenía opción", declaró.

Tras el crimen, el hombre se llevó el cuerpo, lo ocultó en su camioneta, compró una pala y pesas para unirlas al cuerpo y lo dejó sumergirse en una ciénaga.

Posteriormente, el homicida se casó con Denise, la esposa de la víctima, ya que habían sido amantes por un largo tiempo. Pero el matrimonio no funcionó y en 2016 el hombre la secuestró. Cuando Winchester fue arrestado y condenado a 20 años por secuestro se decidió a contar la verdad sobre el caso, señalando que planeó todo con la mujer de Williams.

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Para probar su crimen, llevó a la policía al lugar en el que había dejado el cadáver. "Encontraron a Mike exactamente donde Brian dijo que estaría", declaró el fiscal Jon Fuchs, revelando además que aún lucía su anillo de boda.

La mujer de 48 años será acusada de asesinato en primer grado y conspiración para cometer un crimen, ya que se piensa que el móvil del homicidio se relaciona al cobro de pólizas de seguro equivalentes a 1,75 millón de dólares, las cuales habían sido gestionadas por Winchester antes de matar a Jerry.

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