El drama que atraviesa la azafata que sobrevivió a la tragedia de Chapecoense

  • Por Claudio Lara

Ximena Suárez fue una de las seis sobrevivientes de la tragedia que sufrió el avión que trasladaba al Chapecoense a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana frente a Nacional de Medellín.

La azafata siempre se ha mostrado agradecida por este milagro que le significa seguir con vida ante el grave accidente, sin embargo, su presente no para nada alentador.

En entrevista con la BBC Mundo, Suárez confesó que "yo sentí que Dios dijo 'te saco y ahora luchamos'. Así yo lo sentí. Luchar por mis hijos, por mi familia, por volver a verlos. Es un momento que nadie se puede imaginar".

"Y llegar a mi país con más problemas y más problemas, es increíble", agregó la mujer que actualmente no lo está pasando bien producto de sus dificultades físicas y económicas.

Durante su estadía en la clínica en Colombia, Suárez, recibió un tratamiento cuyo valor alcanzó los 12 mil 700 dólares, dinero que según su abogado, Carlos Subirana, "tuvo que gastar de sus propios recursos y llevar las facturas para que le paguen el tratamiento. Hemos conseguido con trabajos judiciales que la aseguradora pague parte del tratamiento".

Además, la boliviana explicó que no cobraba su sueldo hace tres meses antes de la tragedia, y que aún no ha recibido el pago de los meses que ha estado incapacitada.

Pero eso no es todo, Suárez es madre soltera de dos niños de 2 y 6 años, a quienes debe mantener, por eso decidió pedir ayuda monetaria por las redes sociales en las que ha recibido mensajes bastante peyorativos argumentando que se está aprovechando de su situación. 

"Decían que era mejor que me hubiera muerto, que me estaba aprovechando de la gente de buen corazón, que por qué no me ponía a trabajar", indicó.

UN PRESENTE DOLOROSO

"Estoy ahorita con fisioterapia del tobillo y el cuello. Tengo dolores en la espalda. Tienen que hacerme una cirugía de nariz. Están terminándome los dientes, porque perdí los de enfrente", confesó la sobreviviente.

"Ahora necesito medicamentos para dormir. Se me vienen imágenes a la cabeza del accidente. Me levanto con pesadillas, me vienen imágenes del equipo, de los pasajeros que iban tan felices", añadió.

LA COMPAÑÍA AÉREA SE DEFIENDE

Desde la seguradora Bisa, que representa a la aerolínea LaMia señalaron que la póliza solo cubría los gastos médicos, pero por daños sicológicos se debe hacer un estudio más acabado.

"La compañía ha requerido la evaluación médica/psicológica que corresponde para justificar una indemnización por invalidez total permanente", argumentaron.

Por su parte, el abogado de los directivos de la aerolínea, Néstor Higa, considera que no le corresponde ninguna indemnización debido a que "no murió en el accidente".

"No tiene derecho. De los US$25.000 se pagaron en Colombia los gastos, el resto se lo dieron", explicó Higa a BBC Mundo.