"Dolor Fantasma": Cuando no hay daño aparente, pero el malestar persiste

El “dolor fantasma” o nociplástico puede acompañarse con frecuencia de depresión, ansiedad, insomnio, pensamientos negativos, entre otros. Habitualmente los pacientes consultan a muchos especialistas, solicitan varias opiniones y se someten a gran cantidad de estudios y exámenes complementarios en la búsqueda incansable de la enfermedad que les produce su dolor.

¿Qué es el dolor nociplástico?

“Este mecanismo de dolor corresponde a una nueva definición por parte de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, según su sigla en inglés), ya que se estableció como tal recién en 2017”, comenta la Dra. Delia Ruiz, médico fisiatra.

La también vicepresidenta de la Asociación Chilena para el Estudio del Dolor y Cuidados Paliativos (ACHED-CP), agrega: “Fibromialgia, síndrome del intestino irritable, síndrome doloroso vesical, cefaleas, fatiga crónica, son algunas de las patologías que se asocian al dolor nociplástico”.

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La especialista explica que el dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable vinculado a un daño, lesión real o potencial. Por su parte, el dolor crónico se define como aquel que dura 12 semanas o más.

“Este puede estar dado por una condición multifactorial que se manifiesta con síntomas físicos y psicológicos que pueden generar variadas consecuencias, entre ellas, la disminución en la calidad de vida, discapacidad, alteración de las actividades cotidianas, cambios en el estado de ánimo y alteraciones del sueño”, destaca la especialista.

“Con el dolor nociplástico el paciente percibe dolor, es decir, se produce una alteración de las vías sensoriales que están relacionadas con este malestar, pero no hay evidencia de que exista un daño tisular y que se estén activando los nociceptores del dolor. Tampoco hay evidencia real de que sea un dolor neuropático, es decir, que exista una lesión o enfermedad del sistema somatosensorial. Entonces no es ni nociceptivo ni neuropático”, explica la Dra. Ruiz.

Cifras y tratamiento

La prevalencia que tiene la fibromialgia, uno de los dolores “fantasma”, alcanza a un 34% de la población, afectando a un hombre por cada tres mujeres que lo padecen y, lamentablemente, se presenta en población que está activa, es decir, a personas que se encuentran en los 35–40 años y que tienen familias o que están a cargo de hijos, por lo que esta condición afecta su calidad de vida y niveles de funcionalidad tanto laboral como social.

La doctora sostiene que “al ser un tema poco visibilizado, las personas se demoran entre 3 a 7 años en consultar y llegar a un diagnóstico certero, lo que va originando más malestar y, muchas veces, depresión al no tener ayuda oportuna de un especialista".

“En estos casos el tratamiento debe ser integral, donde los pacientes estén en unidades especializadas, de aquí la importancia de que sean tratados por equipos formados en el manejo del dolor”, señala la Dra. Ruiz, y agrega que “existen fármacos que se pueden recetar para el dolor crónico, pero es fundamental abordar el tema de la salud mental con apoyo sicológico, cuidar el aspecto alimenticio, como no consumir sustancias y dejar el tabaco, y realizar actividad física de manera regular guiada por profesionales”.

Sobre este último punto, la profesional señala que, al contrario de lo que se piensa, para minimizar este tipo de dolor el ejercicio es central, ya que la inactividad provoca un circulo viciosos de atrofia muscular que genera más dolor.

Por esto mismo, es importante tanto la consulta precoz como el poder abordar este tipo de dolor de manera multidisciplinaria, ya que, aunque no existe una cura para el dolor nociplástico, sí existen tratamientos personalizados para disminuir y frenar los efectos laterales de esta enfermedad.

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