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Misántropo: El caballo de Troya de Hollywood

Llegó a Amazon Prime la última película del director argentino Damián Szifron, primera bajo el alero de Hollywood. Un thriller policial lleno de frenetismo y suspenso, pero también una deslenguada crítica a la sociedad actual y al consumo masivo. Como un caballo de troya, el argentino se burla de todo el ideal americano en sus propias narices.

El genio tras las espectaculares Relatos Salvajes y Los Simuladores da el salto a la primera línea cinéfila con To Catch a Killer o Misántropo en español, un nombre sumamente más efectivo y acorde al mensaje de la película. Pero a eso vamos después.

La película está protagonizada por Shailene Woodley (Divergente), Ben Mendelsohn (Secret Invasion) y Jovan Adepo (Babylon) y arranca luego de que en un celebrado año nuevo en Baltimore termina en tragedia luego de un masivo tiroteo que dejó decenas de víctimas. La búsqueda del responsable se convierte en una carrera contrarreloj ante la necesidad de los políticos de encontrar un culpable y la opción de que vuelva a atacar.

Un alto mando del FBI junto con dos policías lideran la búsqueda de este asesino mientras la película comienza a deambular por los rieles de una historia policial al estilo clásico. Todo grabado con la maravillosa mano de Szifron que demuestra una vez más su valía como gran montajista de escenas y con una manera fresquisima de entender y entregar el cine.

No por nada es el director de una de las mejores series hispanohablantes y de una de las películas canónicas del cine argentino. Szifron, quién también escribe el guión, logra hacer una crítica solapada a todo el ideal americano. La idea de la masividad, del consumo, de la despersonalización. Todo se integra en un guión agudo y tenso que termina por comerse la historia de policías y ladrones.

Desde la escena donde se habla de café y Starbucks hasta el plano final de las luces de la ciudad brillando en la noche comprimen toda la idea de la película. Es el trastorno de criticar todo lo que está mal en el mundo, de lo cual, bajo la mirada del director, Estados Unidos cumple la cuota de responsabilidad al ser una potencia.

Y es interesante que, en general, la crítica estadounidense no se dio cuenta de eso (o no lo consideró relevante). Con mixtas reseñas, desde Estados Unidos hablan de una película de género policial que cumple con lo mínimo y no aprovecha todo lo que puede entregar. Y es verdad en cierto punto, la persecución constante del asesino misterioso y la policía no es la gran cosa (más allá de lo bien filmada). Pero hablar de esto sin tener en consideración el trasfondo que termina dándole motivaciones al villano es sumamente conformista.

La Misantropía es la aversión, desprecio u odio hacia la especie humana y el comportamiento humano. Y las actitudes que nos pueden llevar a esa aversión están constantemente repartidas en la película, algunas más escondidas, otras escupidas a la cara.

Antes de una película de investigación policial, es una película de lo podrido del mundo y de las formas en que convivimos o reaccionamos a ese mundo. El personaje de Shailene es un personaje sumamente sufrido, con dolores y traumas y funciona de antagonista del asesino de manera sublime.

La película termina volcando en una disputa filosófica escondida en un thriller policiaco, con un inicio vertiginoso y un final desolador (que final por Dios). Una actuación sublime de Mendelsohn y muy comprimida de Woodley. Creo que, pese a la tibia recaudación y mixta recepción, Misántropo tiene todo para convertirse en una grandísima película, de esas que envejecen bien. Tal vez no sea ahora, pero Szifron tiene todo para ser reconocido como uno de los directores más talentosos del continente.