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Motochorros asaltaron restaurante y vecinos les realizaron "encerrona" para detenerlos

¿Qué pasó?

El viernes pasado, dos motochorros asaltaron a clientes de un restaurante en Peñaflor, Región Metropolitana, y tras robarles sus pertenencias, intentaron darse a la fuga. Sin embargo, residentes del sector les realizaron una "encerrona" para detenerlos.

El capitán Arturo Sandoval, de la 56 Comisaría de la comuna, informó que fueron dos venezolanos los detenidos, lo que se logró "con la colaboración de vecinos" para luego ser "puestos a disposición de la Fiscalía Local de Talagante".

¿Cómo ocurrió el robo?

Las cámaras de seguridad del local de comida dejó registrado el hecho, donde se muestra a dos hombres con casco entrando al lugar, para robar las pertenencias de los clientes del restaurante.

Uno de ellos, premunido de un arma de fuego, amenaza a los comensales que ponen resistencia. Incluso, hubo personas que escaparon y que uno de los motochorros persiguió para robarles también.

Al salir del lugar, son seguidos por un grupo de personas que se percataron del robo y que pretendían detenerlos. En medio del camino, se cruza una camioneta y otro vehículo, los que llevan a cabo una "encerrona" a los delincuentes, permitiendo su pronta captura.

"No la pensé dos veces"

La camioneta era conducida por Juan Pablo Barbaglia, vecino del sector. Dirigiéndose por la calle Irarrázaval en Peñaflor, es que se encontró con el tumulto de gente intentando detener a los motochorros.

"Voy andando hacia el paso de cebra y de repente veo a esta gente que estaba como alborotada. Había un gallo con un casco que va corriendo hacia una moto y unas niñas que lo venían persiguiendo", relata Juan Pablo a Las Última Noticias (LUN).

Al ver la situación, rápidamente se dio cuenta de que se trataba de un robo y que las personas intentaban detener a los delincuentes.

"Cuando viene, no la pensé dos veces. O sea, sí, la pensé en un segundo (ya que su camioneta era nueva) y actué. El tipo esquiva al auto de adelante, y yo por la pista contraria, le tiro la camioneta", cuenta.

En esa maniobra, no actuó solo: un auto que le seguía de atrás "se mete, me trata de adelantar y hacemos la encerrona para que el tipo no pase. Fue realmente como una atajada de rodeo, pero con dos autos".

Es así como su vehículo resultó abollado, pero aclara que "fue por una buena causa. Meterlos presos es un trámite. Lo que me gustó es que todos los que estuvimos, paramos y en alguna medida todos cooperamos para agarrarlos".

"Hay un tema de rabia"

Juan Pablo cuenta que actuó porque "yo hubiera esperado lo mismo si me hubiesen asaltado a mí o a un hijo" y que la detención ciudadana responde "a la rabia que uno tiene acumulada".

Y es que la acción que tomaron los vecinos, respecto a perseguir ellos mismos a los delincuentes, es por "un tema de rabia. Uno piensa en bajarse, pegarles, pero pensando en frío, para qué".

Finalmente, reconoce que en un momento tuvo miedo porque halló una pistola en el suelo al momento de detener a los motochorros.

"Podríamos habernos visto involucrados en otra situación. Menos mal no se concretó el robo y los tipos recibieron una paliza, independiente de que mañana salgan libres", concluye Barbaglia.