Gigante central hidroeléctrica en China estaría alargando los días al alterar el eje de la Tierra, según la NASA
- Por Cristian Latorre
¿Qué pasó?
La Presa de las Tres Gargantas, considerada la central hidroeléctrica más grande de China y del mundo, ha vuelto al centro de la polémica tras una revelación impactante: su construcción habría alterado levemente el eje de rotación de la Tierra y, como consecuencia, alargado levemente la duración de los días.
Según informaron científicos del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, el inmenso peso de los 40 kilómetros cúbicos de agua contenidos en su embalse ha generado una redistribución de la masa terrestre, provocando un desplazamiento del eje del planeta de aproximadamente dos centímetros.
De acuerdo a la información consignada en Huffington Post, esta alteración geofísica ha generado un incremento en la duración de los días terrestres en 0,06 microsegundos, una cifra ínfima pero medible, y que pone de relieve el alcance de las intervenciones humanas sobre el equilibrio planetario.



Una obra colosal con repercusiones globales
Ubicada sobre el río Yangtsé, la Presa de las Tres Gargantas fue concebida con un doble objetivo: generar energía hidroeléctrica y controlar inundaciones. Sin embargo, su impacto ha superado con creces el ámbito local.
LO ÚLTIMODe acuerdo con datos publicados por IFLScience y la propia NASA, el embalse tiene capacidad para almacenar hasta 39.300 millones de metros cúbicos de agua, una masa suficiente para modificar el equilibrio físico del planeta.
El geofísico Benjamin Fong Chao explicó el fenómeno mediante un principio físico conocido: “Cuando se redistribuye masa lejos del eje de rotación, la rotación cambia. Es el mismo efecto que ralentiza a un patinador cuando extiende los brazos. El momento de inercia del planeta aumenta y, en consecuencia, los días se alargan”.
Una advertencia científica previa
Este tipo de fenómenos no son nuevos para la comunidad científica. Ya en 2010, la revista Geophysical Research Letters advirtió que infraestructuras de gran escala como esta podrían tener efectos medibles sobre el eje terrestre.
Con esta evidencia, la actividad humana se consolida como un nuevo actor geofísico con capacidad de alterar procesos naturales a escala planetaria, antes reservados únicamente a fuerzas naturales como los terremotos o los tsunamis.
En 2004, tras el devastador tsunami en el océano Índico, la NASA registró un efecto similar: el movimiento tectónico acortó la duración del día en 2,68 microsegundos.
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