Indignante: Le roban carro a mujer recicladora en Coquimbo y ahora trabaja con sacos al hombro

¿Qué pasó?

Rosa Rojas es una recicladora que suele recorrer las calles de Coquimbo recogiendo lo que muchos botan a la basura, y que hace un tiempo le robaron su "yegua de carga" o carro de trabajo, donde solía trasladar los objetos que recolectaba, como cartones, vidrios o fierros.

La mujer afirmó que trabaja para poder darle educación a sus hijos, y que el robo que sufrió le dificulta cumplir con su labor, ya que ahora debe cargar su mercancía en sacos que lleva en sus hombros.

El robo

"Yo me llamo Rosa Rojas, vivo en la Parte Alta. Llevo 20 años reciclando, me robaron el carro y ahora ando trabajando con saco", contó la recicladora en el Observatodo.

La situación ocurrió luego de que concluyó una de sus tantas jornadas de trabajo, cuando Rosa llegó a su casa cansada y decidió entrar a comer antes de comenzar a seleccionar lo que había recolectado.

Fue así como ingresó a su domicilio, saludó a su familia y procedió a prepararse una taza de té, para después percatarse que su carro, y todas las cosas que transportaba en él, ya no se encontraba en el lugar que lo había dejado.

"Yo lo dejé afuera del sitio de mi casa porque me fui a tomar un tecito para después descargar para ordenar el saquerío que llevaba", afirmó. "Cuando llegué no estaba, ni siquiera los sacos".

Trabajo más difícil

Desde que no cuenta con su carro el trabajo le ha resultado más difícil y cansador, ya que ahora debe cargar los sacos en sus hombros.

Al respecto, indicó que muchas veces recoge coches o un carro de feria para alivianar su labor, pero al poco tiempo las ruedas no aguantan el peso.

"Pasó que estaba yo con sacos, de repente con carro de guagua, a veces con carro de esos de feria, y cuando llevo  mucho peso se me salen las ruedas, por eso sigo con sacos no más", señaló.

En sus jornadas laborales a veces la acompaña su hija Jocelyn, quien cursa 8° básico en el colegio Santa María del Refugio, y que sueña con ser una influencer. Sin embargo, su objetivo se ve obstaculizado, ya que no cuenta con los recursos tecnológicos suficientes: su teléfono es antiguo y rara vez logra tener internet recargando $2 mil.

"Trabajo para darles educación a mis hijos y ahora mi hija está estudiando con un celular que ya no da para más", sostuvo Rosa.

¿Cómo ayudar?

Además de carro, triciclo o carretilla que aliviane su trabajo, Rosa necesita un computador o tablet con conexión estable y permanente a internet para apoyar la educación de su hija.

También tiene otras necesidades como vestimentas y alimentos.

Quienes puedan brindarle ayuda, la pueden contactar en el número +56991756023 o conocerlos en su casa ubicada en Camino al faro 63, en la Parte Alta de Coquimbo.

"Estaría excelente la ayuda que llegaría porque así no me preocupo, de andar poniéndole dos lucas al celular de mi hija", manifestó.