Padre Mariano Puga: "Se acerca el día en que me voy a encontrar con el Señor, para esa fiesta me estoy preparando"

Por Oliver Rodríguez

"Lo importante es que ahora se conozcan entre ustedes", repite una y otra vez el padre Mariano Puga, mientras avanza entre las cerca de 50 mesas instaladas en el Estadio Triángulo de Villa Francia. No quiere fotos, dice, mientras reitera su deseo de que las cientos de personas que asistieron este sábado a la misa por sus 60 años de sacerdocio se mezclen entre sí.

Fiel a su estilo, el religioso no quiere ser el centro de la atención. Lo importante, diría varias veces durante la jornada, es "la gente y su encuentro con Cristo y el Evangelio". Pese a esto, las miradas, la admiración, y también la preocupación, se concentran en su figura. Esto último, luego de que hace algunas semanas confirmara que padece cáncer linfático.

Representantes del pueblo Mapuche; de pueblos originarios de Perú; agrupaciones de Derechos Humanos; pobladores, y sus "amigos y parientes cuicos", como los llama, fueron parte de la ceremonia oficiada por y para el "cura obrero" en el recinto deportivo ubicado en la comuna de Estación Central. Todos llevaron comida, té y café para compartir en las mesas, tal como solicitaba la invitación. 

Durante las intervenciones que realizó en las cerca de dos horas y media que duró la instancia, el expárroco de La Legua y defensor de los Derechos Humanos en Dictadura, vistiendo sandalias sin calcetines pese al frío que reinaba, realizó variados llamados al mundo político y cuidadano a "construir un nuevo Chile, una nueva Iglesia".

También se detuvo en la crisis que atraviesa la institución en la actualidad, impulsada por los múltiples casos de abusos sexuales cometidos por representantes de la fe. "Estamos después de los Carabineros", dijo Puga, antes de invitar al denunciante del Caso Maristas, Jaime Concha, a entregar su testimonio, dando lugar al momento más emotivo de la tarde. 

"Lo que vimos el sábado es otro rostro de la Iglesia, esta Iglesia que está viva, que está despierta y que la forman los hermano mapuche, las y los pobladores, los obreros de la construcción, los campesinos, la gente que estaba ahí es el rostro nuevo de la iglesia", dice Puga, en conversación exclusiva con Ahora Noticias.

- Mucha gente lo acompañó esté sábado...

- No puedo más que agradecer a ese pueblo, a esos amigos de todos los rincones. Lo que compartimos esa tarde, lo que nos escuchamos. Eso es lo que quería. Que esto no fuera una fiesta al padre Mariano, si no que una fiesta a todo ese pueblo, a esos amigos y amigas de tantas organizaciones, grupos de Iglesia y no de Iglesia con que hemos vivido, compartido la esperanza y la lucha de estos años. Mi única preocupación era que no terminara todo en una alabanza a Mariano, y Mariano pasó a segundo plano.

- ¿Han sido suficientes las medidas adoptadas por la Iglesia en torno a los casos de abusos? 

- Siempre va a faltar más por hacer, porque el silencio y la complicidad que hemos mantenido frente a víctimas no se repara con declaraciones, se repara con actitudes nuevas, que fue en lo que nos ayudó Jaime Concha. Él fue potente para decirnos a todos que somos Iglesia de Cristo. Que todos tenemos que acercarnos a los que han sido atropellados por abusos sexuales o también atropellados en los Derechos Humanos. Hay mucha gente todavía que está esperando saber de sus seres queridos y también a ellos nos debemos acercar.

- ¿Cuál es su opinión respecto al Papa Francisco y la gestión que lleva adelante?

- Francisco es un Papa que nos queda grande, nos queda grande a todos. Hace mucho tiempo que la Iglesia de Cristo no tenía un Obispo de Roma que se va a vivir en un pensión, en vez de un palacio. Que celebra su cumpleaños con mendigos de Roma y no con los cardenales de la Curia. Yo creo que nos queda grande, ya está bueno que en vez de admirarlo, lo imitemos. ¡Hasta cuándo no vamos a escuchar al Papa! ¡Hasta cuándo no vamos a abrir caminos nuevos para una Iglesia que está tan mal prestigiada! La única manera de ser consecuente con el Papa es arriesgar caminos nuevos para el evangelio, arriesgar, como él nos pide una Iglesia pobre y para los pobres. Lo demás es puro bla, bla, bla.

-¿Cómo vive su estado actual de salud? 

- El Señor me ha dicho que mis días futuros están a través del cáncer, estoy tratándolo y se acerca el día en que me voy a encontrar con él. Eso es lo más lindo que a un cristiano le pueden decir. Para esa fiesta me estoy preparando: el encuentro con este Cristo. Eso para los cristianos es una gran fiesta. La muerte no existe, lo que existe es el encuentro a través de la muerte, el encuentro con Jesús resucitado.