España: El socialista Pedro Sánchez a las puertas del poder en España

  • Por Paolo Cordero

Agencia AFP

El líder socialista español Pedro Sánchez se apresta a tomar el poder este viernes, al cabo de una moción de censura en el Parlamento contra el conservador Mariano Rajoy, liquidado por un sonado caso de corrupción en su Partido Popular (PP).

Salvo sorpresa de última hora, Sánchez, secretario general del PSOE, será el nuevo presidente del gobierno de España con el apoyo de 180 diputados del total de 350 que tiene la cámara baja, donde se celebrará la votación.

Al reanudarse el debate este viernes de mañana, Sánchez abogó por tener unas "instituciones ejemplares", reiteró su "compromiso con Europa" y y prometió "estabilizar socialmente este país", priorizando políticas en favor del medioambiente y de la igualdad entre hombres y mujeres.

Rajoy no estaba por el momento presente en la cámara, como tampoco lo estuvo la tarde del jueves, que pasó en un restaurante de lujo en el centro de Madrid. Según su ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no va a dimitir a última hora, y "estará en la votación" que pondrá fin a su mandato.

Para echar del poder a Rajoy, en el poder desde diciembre de 2011, Sánchez armó una heteróclita coalición con la izquierda radical de Podemos, los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos.

Una opción obligada por la fragmentación de la cámara, y que fue denunciada enérgicamente por el portavoz del PP en la cámara, Rafael Hernando, quien fustigó a una coalición de "extremistas, radicales e independentistas" que "quieren acabar con el proyecto de España".}

"El señor Sánchez quiere ser presidente del gobierno a cualquier precio y cueste lo que cueste", añadió Hernando.

El PSOE promovió la moción de censura hace una semana, tras conocerse la sentencia judicial de la Gürtel, una trama corrupta consistente en una red de empresas que de 1999 a 2005 sobornaron a cargos del PP para obtener contratos públicos en distintos puntos del país.

La sentencia fue una bofetada para el PP, que no obstante la recurrirá.

El partido conservador fue condenado a pagar más de 245.000 euros como "partícipe a título lucrativo" de la trama, la justicia consideró probado que hubo una caja B desde 1989, y el tesorero que la administró, Luis Bárcenas, fue condenado a 33 años de prisió.

 SÁNCHEZ Y SU ASCENSIÓN FULGURANTE

Si consuma su órdago a Rajoy, Sánchez habrá completado en apenas un año un recorrido sorprendente: en mayo del año pasado recuperó el liderazgo del PSOE meses después de verse defenestrado por una rebelión interna, y ahora se dispone a presidir el gobierno español.

En su exposición de motivos el jueves prometió que mantendrá los presupuestos de 2018 elaborados por el PP, aprobados hace una semana en la cámara baja y pendientes de tramitación en el Senado, donde los conservadores tienen mayoría.

Un gesto paradójico y destinado a atraerse el apoyo decisivo del Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna esta región del norte de España y arrancó de esos presupuestos un paquete de inversiones en infraestructuras de 540 millones de euros.

Pero dado lo variado de sus apoyos, su mandato se anuncia de corto recorrido. Sánchez reconoció que "es evidente que tenemos que ir a unas elecciones generales", y abogó por "que consensuemos ese horizonte electoral".

La convocatoria electoral es además una exigencia firme del partido liberal Ciudadanos, rival del PP en la derecha y que según los sondeos va viento en popa.

"Yo no quiero un gobierno zombi por la corrupción, pero tampoco quiero un gobierno Frankenstein con los que quieren liquidar España", advirtió el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, indignado por el apoyo de los separatistas catalanes a la moción socialista.

El jueves en el Parlamento Rajoy cargó duramente contra Sánchez, al que acusó de hacer con la moción "un ejercicio de oportunismo al servicio de [su] ambición personal" y de poner en riesgo la recuperación de la economía.

De confirmarse el apoyo mayoritario a Sánchez, la votación sacará del poder a un Mariano Rajoy que en los últimos tiempos sobrevivió a la grave crisis económica de 2008-2013, y al desafío separatista catalán, la peor crisis política en España en cuatro décadas.