"El Grillo": La historia del atleta paralímpico que denuncia falta de inclusión

Oliver Rodríguez (oliver.rodríguez@mega.cl)

"Este año dije 'quiero llegar primero o al menos lograr la meta'". Con esa consigna llegó Guillermo "Grillo" Aránguiz este domingo a participar en la Maratón de Santiago, en la categoría de varones con uso de silla de ruedas paralímpica. Y estuvo cerca, fue el segundo mejor tiempo. 

El Grillo estaba satisfecho, pues llegaba a la cita tras cuatro años sin competir y sin una adecuada preparación, producto de las diversas actividades que realiza actualmente. En la edición del 2015, su última participación, se quedó con el primer lugar. 

Sin embargo, horas más tarde, con el Palacio de La Moneda de fondo, Aránguiz pasaría de la alegría a la indignación. Tras esperar cinco horas y ver cómo una a una fueron premiadas las demás categorías escuchó por los parlantes: "Esta ha sido la Maratón de Santiago 2019". Para él y sus pares, no habría premiación. Tampoco medallas.

Lo anterior corresponde a la antesala del registro que el atleta decidió viralizar. Ese en el que una gerenta de producción de la maratón le explica que se fusionó su categoría y la de handbikes (bicicleta de manos), algo que, con posteridad, fue catalogado por la propia productora Prokart como un error. 

A dos días del episodio, tanto el afectado, a través de su Agencia GA Inclusiva, como la productora, coinciden en la generación de una mesa conjunta en la que se trabaje para evitar que episodios como este tengan lugar en ediciones futuras del certamen. "Queremos una mesa de diálogo, trabajar en conjunto y avanzar. La idea no es quedarnos solo con haber denunciado", señala Aránguiz.

TELETÓN

Durante su conversación con AhoraNoticias.cl, Aránguiz, de hoy 31 años, no pierde la calma, pues tiene la templanza de alguien acostumbrado a superar obstáculos.

El primero de ellos se produjo incluso antes de nacer, cuando se detectó que tenía mielomeningocele, enfermedad que afecta a la columna vertebral e impide el normal funcionamiento de las piernas. Al nacer, las expectativas de vida eran de 4 a 6 meses. Sin embargo, su llegada a la Teletón a los cuatro meses de edad evitó dicho desenlace. 

BÁSQUETBOL Y TENIS

Fue en el instituto Teletón donde se interesó por el deporte, el 2002 precisamente, cuando, mientras se encontraba hospitalizado, vio por primera vez a un equipo de básquetbol en silla de ruedas en la multichancha. 

"Los veía jugar todos los sábados y decía 'cuando yo salga de acá quiero ir a jugar con ellos'", resume. Lo anterior fue el principio de todo. 

Consciente de sus capacidades y en búsqueda de nuevas experiencias, Aránguiz pronto se interesó en el tenis, actividad que le permitió por primera vez salir al extranjero. El deporte, cómo explica el Grillo, "fue un pilar fundamental, me ayudó por el tema físico, por el tema de personalidad, me ayudó mucho al crecimiento". 

2011

La Maratón de Santiago de 2011 es la competencia más significativa para Aránguiz. La noche anterior, mientras le hacía mantenimiento a su silla, recibió la noticia de que su padre había fallecido durante un asalto. Tras hacerse cargo de contarle a su madre, el Grillo decidiría ir y competir.

"Sin dormir, con la nada misma de desayuno, no me hidraté bien, y esa maratón la gané (...) En ese momento, hasta mi viejo me iba empujando la silla para poder llegar en el primer lugar", resume.

ZUMBA

Posteriormente, vino su incursión en lo que llama "mi inclusión laboral": La ciclodanza. Con buenos resultados en concursos, esfuerzo y pereseverancia, logró encausar dicha actividad hacia la Zumba, logrando certificarse como instructor e, incluso, realizando una gira de tres meses por Estados Unidos y México.

Estas actividades, entre otras, son las que hoy ofrece a diferentes compañías y eventos. Sus experiencias, en tanto, las comparte en las charlas motivacionales que dicta a menudo en universidades y lugares de trabajo. Al mismo tiempo, ya prepara la segunda temporada del programa independiente "En mi lugar", en donde entrevista a diferentes famosos que son invitados a sentarse en una silla de ruedas. 

A su juicio, lo que falta en Chile es ampliar el concepto de inclusión a todo el entorno. "Extranjeros, chicos, grandes, gordo, flaco. La inclusión no es solo a personas con discapacidad. Eso es lo que le falta a la sociedad", concluye.