Más catastrófico que un terremoto: ¿Qué pasaría si la Tierra deja de rotar?

Nuestro planeta Tierra tiene dos movimientos constantes en el espacio. Dentro del sistema solar, da vueltas alrededor del Sol —fenómeno conocido como "traslación"—, en un trayecto que tarda 365 días en recorrer. También gira alrededor de su propio eje —rotación— en un periodo de 24 horas.

Ambos movimientos son necesarios para formar la vida como la conocemos. Si dentro de tu fantasía has pensado que pasaría si un día dejara de rotar, habría consecuencias desastrosas para quienes habitamos este planeta.

¿Por qué rota la Tierra?

Los expertos explican que este movimiento es el resultado de su formación hace unos 4,6 mil millones de años atrás, a partir de una nube de material, que comenzó a girar y que luego de la acumulación del material, continuó rotando.

"Es similar a cuando los patinadores acercan sus brazos al cuerpo para girar más rápido. Cuando el material se va compactando para formar el planeta, como la Tierra, este comienza a gira más rápido", ejemplificaron desde el sitio educativo, Cool Cosmos, de la NASA. 

A diferencia de un patinador, que eventualmente se detendrá porque el viento produce fricción, el planeta se encuentra en el espacio virtualmente vacío, no tiene una fuerza que ralentice su rotación.

Estos giros permiten la transición del día a la noche, las variaciones de temperatura, la clasificación de los puntos cardinales; produce el campo magnético que protege al planeta; y mantiene su forma esférica.  

Entonces, ¿qué pasaría si se detiene su rotación?

Para el planeta sería catastrófico. Según explicaron desde Smithsonian Magazine, si repentinamente se detuviera, el momentum (el instante en que ocurre una detención) lanzaría todo lo que se ubique en su superficie hacia el este.

Los efectos serían aún más desastrosos a la altura del Ecuador, punto en que el movimiento rotacional es mayor, y alcanza los 1.600 kilómetros por hora.

La detención detonaría terremotos y tsunamis en todo el mundo. Todo lo que no sea destruido por estos desastres naturales sería arrasado por los vientos, ya que esta no se detendría con el planeta. 

Igual de trágico sería si es que la detención ocurre durante un largo periodo de tiempo. Inmediatamente se notaría que los días se vuelven más largos, hasta que eventualmente dejarían de durar 24 horas, porque la Tierra se demoraría seis meses en cambiar su posición frente al Sol.

Este cambio destruiría los ritmos circadianos que regulan el funcionamiento tanto de humanos como animales. Cientos de especies desaparecerían o deberían adaptar su funcionamiento a los nuevos horarios.

Las temperaturas en la superficie cambiarían, ya que no variarían en un rango de 24 horas. En cambio, las regiones se podrían convertir en desiertos o tundras congeladas por los largos ciclos de día y noche.

Desaparecerían los huracanes, impulsados por la rotación de la Tierra y se modificaría el campo geomagnético que rodea el planeta.

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