Mako Komuro: La princesa que renunció a la familia imperial japonesa por amor y que ahora es voluntaria en un museo
Mako Komuro, la princesa japonesa que renunció a los lujos y deberes de la monarquía para casarse con el amor de su vida, ahora tiene un trabajo como voluntaria en un museo de Nueva York.
La historia de Komuro conmovió al mundo en 2017 cuando decidió contraer matrimonio con Kei Komuro, su novio de la universidad, a pesar de que él no tiene vínculos ni ascendencia con la familia real.
Según la legislación de este país, la exprincesa pierde toda clase de privilegios reales al casarse con un plebeyo. Su decisión no solo la despojó del título monárquico, también le costó 1.3 millones de dólares que tendría por una boda aceptada por la familia imperial.
De princesa a voluntaria en un museo
Mako Komuro pasó en pocos meses de ser princesa a voluntaria en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. The Japan Times publicó detalles de la nueva tarea que asumió la japonesa en la "Gran Manzana".
En la publicación, el medio detalló que Komuro está ayudando a los curadores como voluntaria en la colección de arte asiático del Met inspirada en la vida de un monje del siglo XIII que introdujo el budismo en la nación insular.
Ella está muy bien preparada para sus nuevas funciones, ya que es graduada de la Universidad Cristiana Internacional en Tokio con un título en arte y patrimonio cultural. Además, estudió dos veces en el extranjero, específicamente en el Reino Unido.
Después de estudiar historia del arte en la Universidad de Edimburgo, a partir de 2012, Komuro obtuvo su maestría en estudios de museos y galerías de arte en la Universidad de Leicester en 2016.
Un nido de amor en Nueva York
Mako, la hija mayor del príncipe heredero Fumihito, ahora instaló su nido de amor en Nueva York. Según el New York Post, la pareja se mudó a un apartamento de una habitación en el modesto barrio de Manhattan, Hell's Kitchen.
De acuerdo al diario, espacios similares en el edificio pueden llegar a costar al menos 4.300 dólares en este momento. Mientras el esposo de Mako aspira a ser abogado, trabaja como ayudante en el bufete Lowenstein Sandler.
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