Macaulay Culkin, el "Ave Fénix" que aún lidia con la fama
Como un Ave Fénix, Macaulay Culkin ha podido sacudirse el polvo de años de maltratos y de adicciones para intentar seguir adelante con el peso de una fama ganada cuando era solo un niño.
Todo estaba dicho hace 16 años, cuando Macaulay fue detenido con posesión de marihuana y pastillas. Se creyó que se trataba de otro ídolo roto de la industria del cine, otro niño lindo que iba directo al abismo por no saber manejar la inmensa fama y fortuna que ganó con sus papeles.
Pero los años le dieron tregua a la estrella de “Mi pobre angelito”. Culkin tiene hoy 39 años de edad y una novia: Brenda Song, una ex chica Disney que sigue activa en la industria. Él tiene años retirado, pero será imposible volver al anonimato, así que decidió no escapar más de ese “estigma” e intentar disfrutarlo.
Regreso a la vida pública
Hace un par de días, Macaulay fue visto animando a su equipo de fútbol americano junto a su novia. Como en otras ocasiones, lleva las uñas pintadas al descuido, en pintura color rojo. De resto, lleva bien sus casi 40 años tomando en cuenta que su fortuna se vino abajo y que le tocó reponerse de la adicción a las drogas.
El gran conflicto del actor fue siempre la ambición de su padre, quien decidió, condicionó y presionó su futuro ante productores y estudios de grabación, todo, sin contra los maltratos psicológicos que le imponía al niño, tal como lo narró el productor Arnon Milchan a The New York Times.
“Mi padre era un hombre abusivo, no tanto de forma física, aunque sí que hubo algo de eso, sino mental. Yo le pedía un descanso, quería irme de vacaciones por primera vez en mi vida, y él no dejaba de firmar contratos para más películas. Nadie me escuchaba. Mi padre tenía una cama tamaño gigante y una televisión enorme y a mí me hacía dormir con mi hermano en el sofá. Lo hacía para romper mi espíritu. Así que me retiré para desaparecer de la faz de la tierra. Pero seis años después comprendí que jamás podría deshacerme de mi fama”, dijo al Times.
Culkin asiste a eventos privados como graduaciones o cumpleaños para animar a los asistentes y complacerlos con alguna escena de ‘Mi Pobre Angelito’ o ‘Ricky Ricón’. En general, se mantiene muy activo en su instagram @culkamania, donde reúne poco más de novecientos mil seguidores.
También accede a tomarse fotos con los fanáticos y posar como Kevin McCallister, el niño que se queda solo en casa mientras sus padres y hermanos se van de viaje a París.
Con estas apariciones y las invitaciones a ser imagen publicitaria de diversos comercios o productos, los ingresos de Culkin al menos logran darle algo de autonomía mientras vive un retiro voluntario de cualquier proyecto cinematográfico.
No se sabe si Culkin aceptará algún nuevo papel en remakes de sus películas de infancia, lo cierto es que lucha por mantenerse en mejores condiciones que en 2004, cuando se creyó que todo había terminado para él.
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