Columna de Mauricio Morales: "¿Operador o fanfarrón?"
- Por Meganoticias
Por Mauricio Morales, doctor en Ciencia Política, profesor titular, Universidad de Talca-Campus Santiago.
Si tuviésemos que enumerar todas las faltas y delitos que, hasta ahora y de acuerdo con la Fiscalía, envolverían el caso Procultura, el listado sería del terror: tráfico de influencias, fraude al fisco, lavado de activos, y financiamiento irregular de las campañas políticas.
A esto se añadiría un nepotismo indignante y dinámicas de corrupción sin límite alguno. Hay dos hipótesis en juego. La primera es que, en efecto, algunas fundaciones lideradas por personas cercanas al gobierno generaron un mecanismo sencillo de explicar, pero difícil de ejecutar que consistía, básicamente, en extraer recursos públicos para inyectarlos a actividades políticas.
Ir a la siguiente notaLo peor de todo es que dichos recursos públicos estaban destinados a mejorar las condiciones de vida de los más desposeídos, lo que tiene una carga ética y moral muy significativa, especialmente para aquellos que llegaron al poder con las banderas de la defensa popular de los intereses de quienes eran oprimidos por un sistema neoliberal salvaje.
Una segunda hipótesis, en tanto, es que en el caso Procultura la situación estuvo lejos de representar un mecanismo para engañar al Estado. Más bien, se trató de un individuo con aires de grandeza cuyo afán fue “comprar poder”. Estaríamos hablando, entonces, de un “fanfarrón”, de un megalómano con fuertes rasgos de “personalidad psicopática” que se sentía inmune ante cualquier acción por más condenable que fuese la misma, poniendo sobre la mesa sus santos en la Corte como garantía de impunidad.



Si predomina la primera hipótesis, el gobierno del Presidente Boric estaría enfrentando una crisis mayor que se podría convertir en la estocada final para todo el discurso frenteamplista, involucrando a reconocidos líderes del partido que, afligidos por las deudas que les dejó el “gustito constitucional” al defender la opción “Apruebo” en el plebiscito de 2022, debieron echar mano a dineros públicos para tapar un hoyo financiero.
Derrotados y endeudados, estos líderes habrían orquestado un plan e ideado un mecanismo para sacarle recursos al estado y así financiar irresponsablemente candidaturas y partidos. Si predomina la segunda hipótesis, en tanto, las responsabilidades estarían encapsuladas en un individuo desequilibrado, inescrupuloso y desesperado por demostrar su cercanía con el Presidente para darse ínfulas de grandeza.
LO ÚLTIMOTeniendo estas dos hipótesis en mano, ¿cuál de las dos es más creíble? Para el fiscal Patricio Cooper, indudablemente, que es la primera. Por eso mismo insistió en interceptar el teléfono del Presidente Boric para avanzar en esa línea investigativa. Cooper se percató, entre otras cosas, que el Presidente tenía una especial preocupación por Irina Karamanos, e intuye que el afán de Boric- en una conversación con la exesposa de Alberto Larraín, Josefina Huneeus Lagos- era construir una estrategia de defensa y protección para ella. Más allá del diálogo directo y franco entre Boric y Huneeus, lo cierto es que el Presidente mostró inquietud.
Hasta ahora no existen antecedentes que vinculen a Boric con esta eventual maquinaria para defraudar al fisco, y solo hay indicios aún débiles respecto a que su partido, el Frente Amplio, haya participado activamente en esta imperdonable acción.
¿Y si todo lo que dice Larraín es falso y solo quiso “agrandarse” ante al resto dándoselas de algo así como un operador de la política o de un mafioso posmoderno? Bueno, en ese escenario el gobierno aún tiene opciones de salir de la crisis. Para eso necesita que el Fiscal Cooper orille a Larraín y que éste asuma toda la responsabilidad del caso. Solo de esa forma la culpa podrá ser individualizada, dejando de lado cualquier sospecha de que acá hubo toda una maquinación para financiar ilegalmente partidos y campañas.
El problema es cuán creíble será Larraín en sus dichos, y cómo lo haría el fiscal Cooper- bajo esta hipótesis- para presentar este caso como algo distinto a lo que sucedió con Democracia Viva. Por ahora, solo queda esperar el avance de la investigación, pero todo parece indicar que recién estamos conociendo los primeros antecedentes. Esto da para largo.
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