"Escuché que me crujía el cuello": Saltó a la piscina durante una fiesta, se golpeó la cabeza y quedó tetrapléjica
- Por Diego Alonzo
El 29 de junio del 2019 se transformó en una fecha que Dana Barrett, de 31 años, jamás podrá olvidar. La mujer estaba jugando minigolf en una fiesta, cuando decidió saltar a una piscina para celebrar que había ganado.
Sin embargo, no se percató que la piscina era poco profunda, por lo que, al lanzarse, terminó golpeándose la cabeza. Por este motivo, debió ser trasladada de urgencia a un hospital en Nueva York, Estados Unidos.
En ese preciso lugar, días después, los doctores le dijeron que había quedado tetrapléjica después de romperse una vértebra del cuello, informa Mirror UK.



"Al principio pensé que estaba teniendo una pesadilla"
La paciente, que antes era una activa deportista, pasó más de un año atendiéndose en varios hospitales. De ahí en más, y tras asumir que su vida cambiaría para siempre, se dedicó a concientizar sobre este tipo de peligros.
No obstante, y en cuanto a su accidente, Dana explicó que "la piscina era poco profunda en un extremo y profunda en el otro, fui a correr y me zambullí en la parte profunda, pero no corrí lo suficiente".

"Recuerdo que me zambullí en la piscina y escuché que me crujía el cuello, luego nada. Me desperté brevemente y mi novio me dio (respiración) boca a boca, luego no volví a despertarme hasta que me intubaron", sostuvo.
A su vez, aclaró que "al principio pensé que estaba teniendo una pesadilla, sentí que me sujetaban con mucha fuerza. Intentaba levantar la cabeza y sentía que me jalaban hacia abajo. Me estaba frustrando mucho".
"Ahora funciono con una batería"
Al día de hoy, Dana se encuentra acompañada de su familia y más cercanos. Si bien esto le ha traído cierta tranquilidad, también ha tenido problemas para afrontar su nueva vida: "La gente no se da cuenta de la falta de independencia que conlleva ser tetrapléjico. Ahora funciono con una batería, así que si algo sale mal, no puedo respirar, moverme o hablar", manifestó.
Por último, recalcó que "todavía puedo comer, beber y hablar, tengo mi hogar, mi familia y amigos. Incluso pude conocer a mi sobrino recién nacido".
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