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Hallan restos de una embarazada asesinada por su esposo hace 20 años: Lo iba a dejar porque la engañó con una menor

Más de 20 años después de su asesinato, encontraron los restos de Debbie Griggs. Tenía 34 años y 4 meses de gestación cuando su esposo, Andrew Griggs, la mató en Deal, Kent, Reino Unido.

Una llamada telefónica anónima permitió a la policía encontrar los restos en el patio de la casa del hombre. Andrew Griggs se mudó a St Leonards, Dorset, en julio de 2001 luego de concluir la búsqueda de Debbie.

La desaparición de Debbie ocurrió la noche del 5 de mayo de 1999. Las causas de su muerte son desconocidas. La víctima era madre de tres niños.

Quiso ocultar su amorío cuando su esposa lo descubrió

En 1999, Andrew Griggs reportó la desaparición de su esposa embarazada. Esa vez, encontraron su auto a casi dos kilómetros de su casa. Tras una intensa investigación, no hallaron los restos.

Durante esas labores, Andrew dijo a las autoridades que su esposa sufría de depresión post parto y que manifestó la intención de suicidarse. Sin embargo, la teoría del hombre no gozó de credibilidad entre la familia y sus amistades, que aseguraban lo contrario.

Veinte años después, en 2019, la Policía de Kent informó que el expediente de Debbie Griggs se retomó en la revisión de casos por resolver. En octubre de 2019, el Tribunal de la Corona de Canterbury condenó al viudo a 20 años de cárcel, informó el Daily Mail.

Los fiscales del caso argumentaron que él era la persona con más razones para querer la desaparición de su esposa. Debbie descubrió que Andrew mantenía un amorío con una adolescente de 15 años.

La víctima mostró sus intenciones de separarse al asesorarse y conocer que le correspondía la mitad de lo que su esposo tenía.

Indicios que pesan

En conversaciones con amigos, Andrew deseó que Debbie estuviera muerta. Algo que, sumado a las confesiones de agresión encontradas en el diario de la víctima, el juzgado tomó en su contra para dictar sentencia.

De igual forma, los fiscales demostraron que tres días antes de que su esposa desapareciera, Andrew abrió una cuenta bancaria únicamente a su nombre. Allí recibiría las ganancias de su negocio de pesca.

Tras el hallazgo de los restos el 14 de octubre, entre los que se encuentran parte de la dentadura, los fiscales sólo esperan los resultados forenses para poder determinar la causa de la muerte.