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Los médicos le dijeron que solo era una hinchazón en el pie, pero descubrió que tenía una extraña enfermedad

Una increíble historia tuvo lugar en Reino Unido, luego de que un mal diagnóstico a una mujer de 53 años derivara en que tuvieran que cortarle toda la pierna izquierda, la cadera y parte de la pelvis después de que su grave enfermedad se extendió. 

La enfermedad

Sharon Walker es proveniente de la ciudad de Nant-y-moel, en Gales, Reino Unido. En enero de 2021 notó un bulto en el pie izquierdo, motivo por el que acudió a su médico de cabecera.

A la madre de dos hijos le diagnosticaron un linfedema -una enfermedad crónica que inflama los tejidos-, pero ella sabía que algo no iba bien y pidió a un colega que le echara un vistazo.

"Durante este tiempo, trabajé para el NHS, así que cuando estaba en el trabajo, pedí a uno de los podólogos que me echara un vistazo y me dijo que necesitaba un escáner. Me remitieron y me hicieron una a la semana siguiente", dijo la mujer al Daily Mail.

El escáner reveló que tenía un sarcoma de tejidos blandos, una forma rara de cáncer.

El tratamiento

Walker se sometió a un TAC, una biopsia y una ecografía antes de descubrir que era necesaria una operación porque el bulto seguía creciendo.

En agosto de 2021, la operaron para extirpar el bulto de 7 centímetros y le pusieron un injerto de piel del brazo en el pie. 

Sin embargo, los médicos no lo eliminaron del todo y la enfermedad siguió extendiéndose por la pierna. En Navidad, Sharon se encontró otro bulto en los ganglios linfáticos de la ingle.

A Walker le tuvieron que amputar el pie, pero ni siquiera eso frenó la propagación, a pesar de recibir un tratamiento de quimioterapia. 

La mujer se vio obligada a dejar su trabajo debido a su enfermedad, que la ha dejado en silla de ruedas. Además, volvió a vivir con su exmarido porque este tiene un baño en la planta baja y su hija Fion, de 23 años, la cuida a tiempo completo.

A pesar de estar asustada por las posibilidades a las que se enfrenta, Sharon Walker afirma que prefiere vivir una vida discapacitada.

"La idea de esta operación me asusta, pero me la haría si me salvara la vida. Tengo que hacerme otra exploración que me dirá si el cáncer se ha extendido, así que cruzo los dedos para que no sea así", finalizó.