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Mujer gestó a su propio nieto para que su hija pudiera ser mamá: "Tenía que hacer algo para ayudarla"

¿Qué pasó?

La bella historia de cómo Sandra gestó a su propio nieto Dante, después de que a su hija Daniela le sacaran el útero provocando que no pudiera tener hijos, conmueve a la ciudad de El Jagüel, Argentina. 

Sandra le prestó su vientre a Daniela, quien en una oportunidad estuvo embarazada, pero perdió a su bebé en el octavo mes de embarazo, y con los óvulos de la joven, a través de una subrogación de vientre, pudo dar a luz a Dante.

La dura pérdida de Daniela

Según contó Daniela, la joven madre de Dante al medio argentino TN, esta historia "comenzó hace diez años cuando fui mamá por primera vez de mi hija Ludmila Nataly que está en el cielo. Por cosas de la vida, con 8 meses de embarazo, la perdí. Me sacaron el útero y me dijeron que no iba a poder volver a ser madre. Tenía 23 años y en ese momento, yo hubiera preferido morir con ella".

La madre de Daniela, Sandra, acompañó a su hija durante todo el tiempo del embarazo, por lo que atravesó el dolor de la pérdida junto a ella. "Después de la tragedia de perder a mi nieta, ahí empezó todo. Lo triste y después lo bueno, que fue la llegada de Dante", dijo Sandra al citado medio.

"Cuando perdimos a mi nieta se nos terminó el mundo, mi hija estaba muy triste y yo sentía que tenía que hacer algo para ayudarla, pero no sabía qué", agregó.

Tras la pérdida del bebé en el vientre de Daniela, Sandra la acompañó a un centro médico con la esperanza de poder volver a embarazarse, pero no obtuvo el resultado que esperaba. Al respecto, señaló que "con mi mamá fuimos a una clínica especializada en tratamientos de fertilización. Después de realizarme algunos estudios, me confirmaron que en mi caso no iba a poder quedar embarazada".

Sin embargo, en la consulta el médico les explicó que "con los óvulos que tenía, podía convertirse en  madre por medio de una subrogación de vientre".

Madre, hija y nieto

"En ese momento, mi mamá dijo que ella me iba a prestar la panza como una mamá canguro. Lo primero que hice fue decirle que no. No quería perderla a ella, pero nos insistió tanto que aceptamos", sostuvo Daniela.

Finalmente, tras dos años de realizarse exámenes médicos y de juntar dinero para pagar el tratamiento, utilizaron los óvulos de Daniela y el esperma de Damián, para realizarle la inseminación a Sandra.

"Gracias a Dios salió todo bien, hicimos el tratamiento y arrancamos. Después de los primeros tres meses, Sandra empezó con pérdidas y tuvo que hacer reposo los siguientes seis meses. Pausó su vida para ayudarme. Así arrancó la llegada de Dante, llena de amor", explicó Daniela.

De la misma forma, Sandra recalcó que "gracias a Dios, a la ciencia y a los médicos del hospital de Monte Grande, tuvo a su bebé".

Además, explicó que desde pequeño a Dante le contaron cómo había sido la historia de su nacimiento, y que él ve "fotos del embarazo y nos dice 'abuela, yo estuve en tu panza'. Lo más lindo es verlo crecer tan bien y a mi hija realizada como mamá".

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