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Hombre fue condenado a cadena perpetua, estuvo 13 años preso pero era inocente: "No tenía más fuerzas, no daba más"

  • Por Meganoticias

Martín Muñoz perdió 13 años de su vida luego de haberlos pasado en la cárcel por un crimen que él jamás cometió. El hombre fue condenado a cadena perpetua y apenas este 9 de marzo salió en libertad, luego de que la justicia fallara en su favor.

¿Cómo acabó en la cárcel?

En 2008 fue detenido porque testigos aseguraron que era "parecido" a uno de los cuatro hombres que asesinaron a Juan Carlos Miranda, el dueño de un autoservicio llamado "La Perlita", en Moreno, provincia de Buenos Aires, informa TN.

En 2010, aun sin tener pruebas, ni nada que pudiese demostrar su responsabilidad en los hechos, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 del Departamento Judicial Mercedes, lo condenó a cadena perpetua de 50 años por ser "coautor" responsable de los delitos de “robo calificado por el uso de arma de fuego en concurso real con homicidio ‘criminis causae’”.

Sin tener derecho a una apelación, con 29 años acabó en la cárcel. Su situación llegó a manos de dos organizaciones de Derechos Humanos, humanos: Innocence Proyect y Asociación Pensamiento Penal (APP), que lo ayudaron en esta larga década.

"Fue una pesadilla"

En conversación con Télam, contó sobre los horrores que tuvo que pasar en la cárcel por un homicidio que jamás tuvo participación. "Fue una pesadilla terrible. En los últimos años no pude dormir más de 5 horas", dice.

Tras ser liberado, ahora con 42 años, cuenta que "lo primero que hice después de que me liberaron fue ir a la casa de mi mamá. Fue una fiesta. Porque después de 13 años y medio se terminó la pesadilla. Pude conocer a mi nieta de 2 años, que es hermosa".

En la cárcel, asegura haber sentido "mucha angustia. Fue una locura. Era pensar todos los días lo mismo, caminaba por arriba de las paredes. Me mantuvo en pie la certeza de mi inocencia y seguir viendo a mi familia".

"No daba más"

Los últimos años, y tras los incansables intentos de su familia y de estas organizaciones, cuenta que estuvo a punto de rendirse. Asimismo, asegura que "mi situación social influyó en la condena recibida”.

”Con el tiempo comprendí cómo funciona el sistema. Tuve la desgracia de atravesarlo. Yo tenía antecedentes penales y era pobre. Obviamente que eso influyó para que me condenaran. Nosotros somos carne de cañón y quedamos expuestos a que nos pasen estas cosas”, reflexionó el hombre.

Respecto a sus intentos de salir de la cárcel, cuenta que "si no me daban la absolución en Casación, no tenía más fuerzas. No daba más. Me salvó la campana. Sinceramente, ya estaba muy cansado”, admite y que hoy no tiene "ningún tipo de rencor contra nadie".