Arrestan a un actor por muertes de una modelo y su amiga abandonadas en hospital: "Le revisó el pulso y se asustó"
Brandt Osborn, un actor de 42 años, fue arrestado en el set de la serie “NCIS: Los Ángeles”, por su presunta vinculación misteriosa muerte de una modelo de Instagram, de 24 años, y su amiga. Otros dos sospechosos también fueron detenidos.
El Departamento de Policía de Los Ángeles confirmó que el hombre, oriundo de Staten Island, fue uno de los tres sospechosos arrestados la tarde del miércoles 15 de diciembre de 2021, por las muertes en noviembre de Christy Giles e Hilda Marcela Cabrales-Arzola, según detalló el New York Post.
Los otros sospechosos detenidos fueron identificados como David Pearce, de 37 años, y el director de fotografía Michael Ansbach, de 47. Pearce enfrenta un cargo de homicidio involuntario, mientras que Ansbach y Osborn fueron acusados de ser cómplices en un homicidio involuntario, según el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.



“Se cree que ambas mujeres recibieron drogas y sufrieron una sobredosis”, dijo el Departamento de Policía de Los Ángeles al anunciar los arrestos. “Según la investigación, a la policía le preocupa que pueda haber otras víctimas en nuestra comunidad que podrían haber sido drogadas por uno o más de estos hombres”.
El actor confesó todo a sus compañeros
De acuerdo al testimonio de los actores Alexandra Creteau y David Murrietta Jr., ambos de 35 años, Osborn les habló durante una filmación en noviembre sobre salir de fiesta con mujeres y luego deshacerse de sus cuerpos.
Murrietta declaró que Osborn le dijo que “tuvo el fin de semana más loco de su vida”. “Me contó cómo habían estado de fiesta, dos chicas volvieron a su casa y las chicas tenían un montón de drogas”, relató el actor.
Osborn le dijo que salió de su apartamento para hacerse una prueba de Covid-19 para un rodaje. Al regresar, su compañero de cuarto le dijo que Giles estaba muerta. “Le revisó el pulso, se asustó, decidió no llamar al 911 y decidieron qué hacer con el cuerpo. No sabían qué hacer. No querían llamar al 911 y meterse en problemas, así que decidieron conducir y dejar su cuerpo en el hospital de Culver City”.
“Él dijo, ‘dejamos a la primera chica, regresamos a nuestro lugar’, luego revisó el pulso de la segunda chica y era muy débil, así que trataron de decidir qué hacer con la segunda chica. La metí en el auto y decidí dejarla en un segundo hospital para que no los atraparan”, aseguró Murrietta.
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