Se disfrazó de policía para encontrar al asesino de su hija: "Me confesó que la decapitaron"
Margarita López es una mujer y madre mexicana que ayuda a otros a encontrar a sus familiares desaparecidos en medio de la guerra con los carteles del narcotráfico. La mujer ha devuelto a muchas familias de las víctimas los restos de sus familiares a través del colectivo “Buscando Cuerpos”.
Acompañada de voluntarios y otros familiares, Margarita se ha dedicado a encontrar cadáveres en todo el país, frente a la inmovilidad de las autoridades.
Hombres y mujeres armados con rifles, y con palas para desenterrar, recorren cerros y vastas montañas del territorio mexicano para encontrarse con algunas de las más devastadores realidades que azotan al país.
“No tenemos miedo. No nos podemos quedar en casa”, justifica López. “En los últimos meses hemos estado yendo a recuperar cuerpos que se van a entregar este mes y en el que entra. Y son cuerpos que sacamos con nuestras manos, estamos haciendo su trabajo. Si les dejamos a ellos (las autoridades), no lo van a hacer jamás”.
Margarita López se emociona al contemplar la imagen de su hija Yahaira, quien lamentablemente fue víctima de la violencia en México. https://t.co/jyyhwoGLhM
— Periódico Zócalo (@PeriodicoZocalo) January 17, 2021
El testimonio de Margarita
La propia hija de Margarita López fue víctima de la violencia ocasionada por los carteles en México. Yahaira Bahena fue secuestrada en 2011. Según informa la agencia Efe, fue llevada solo por el hecho de ser del estado occidental de Michoacán y mudarse al estado sureño de Oaxaca. Además de moverse en un buen automóvil que su madre le había regalado.
Entre varias personas se la llevaron de su casa en Oaxaca. Allí vivía con su esposo, que era militar. Los torturaron y violaron durante diez días en los que no les dieron ni agua ni comida. Al estilo dramático de los carteles, la decapitaron y enterraron sus restos en una serranía.
“El General de la zona me dijo que buscara yo por mis propios medios y me enfoqué a ello: A buscar a mi hija y a los responsables, colocando mantas (lonas) solicitando si querían remuneración económica o que yo me intercambiaba por ella, pero solo me quitaban las mantas”, declaró López.
"A raíz de la desaparición de nuestros hijos ya no vivimos. No hay un mecanismo que nos proporcione ayuda" Declaró Margarita López Pérez, defensora de Derechos Humanos, Buscando cuerpos en México.
— Causa en Común (@causaencomun) January 13, 2021
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La búsqueda del cuerpo
Margarita inició su propia investigación y averiguó hasta dar con varias de las figuras envueltas con el cartel y la muerte de Yahaira. Dijo que encontró a autoridades municipales, estatales y federales, además de miembros del cártel Los Zetas.
La madre se disfrazó de funcionaria para encontrar a los culpables. Logró dar con algunos de ellos y encontró los horribles testimonios de lo que le habían hecho a su hija, directo de la boca de los asesinos. Además, le dijeron dónde la habían enterrado.
“Me narraron cómo la habían violado, vejado, torturado y finalmente ejecutado. Hasta imitaban la voz de mi hija. Él (uno de los asesinos) se volteó a fumar un cigarro de marihuana cuando los otros compañeros la decapitaron y jugaron con la cabeza de mi hija. Le daban besos en los labios y se aventaban (lanzaban) la cabeza de un lado para otro para finalmente sepultarla”, relató López.
Luego de las investigaciones, Margarita López se lanzó a una huelga de hambre exigiendo a las autoridades federales que iniciaran una búsqueda del cuerpo.
Posteriormente la madre recibió una llamada del Ejército para decirle que habían encontrado el cuerpo de Yahaira. Sin embargo, Margarita aseguró que las autoridades habían desenterrado los restos de la sierra de Oaxaca y los habían colocado en otra fosa más cercana a la ciudad para presentárselos con la finalidad de que cesara las investigaciones.
La conclusión de la búsqueda
Después de pasar seis meses recibiendo cuerpos de otras personas, la madre logró conseguir los restos oficiales de su hija. Actualmente, Margarita López ha transformado la agonizante experiencia en motivación para ayudar a otros familiares de desaparecidos a encontrar los cuerpos de las víctimas.
“Soy una mamá rastreadora desde hace ya 10 años, desde que desapareció mi niña, y me enfoco en la búsqueda de desaparecidos y recuperación de cuerpos por todo el país por mi propia cuenta” dijo López a la agencia Efe en una entrevista desde el campamento de familiares de desaparecidos levantado frente a la Secretaría de Gobernación federal, en Ciudad de México.
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