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¿Piel reseca en invierno? Conoce las causas más comunes y cómo prevenirla

Llega el invierno y consigo los problemas a la piel. Es habitual que en esta época del año veamos un aumento en la resequedad en las manos o brazos, por lo que es necesario comprar cremas hidratantes o acudir a un especialista, en caso de que sea algo más serio.

Los dermatólogos e investigadores de la piel han llegado a la conclusión de que la piel reseca se debe a varios factores, entre ellos, asociados a las bajas temperaturas y la humedad en el ambiente. De hecho, los mismos indican que hay que estar atento al enrojecimiento o las llamadas costras que pueden generarse.

¿Por qué se reseca la piel en invierno?

Según recogió Infobae, durante el invierno la piel se ve expuesta a varias amenazas. Esta es una premisa que apoya el doctor Christian Sánchez Saizar, dermatólogo de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), quien señaló que los "cambios drásticos de temperatura, viento, exposición a los nocivos rayos UV, calefacción", son elementos que afectan, a veces, de sobremanera.

El especialista dijo que cuando esto sucede "la hidratación desaparece o es insuficiente, la piel pierde su elasticidad, tornándose áspera, tirante y frágil", propiciando la resequedad.

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Al mismo tiempo, el médico Fernando Felice, director del Congreso Internacional Masterhub, destacó que "la humedad ambiental disminuye considerablemente, tanto en el exterior como en ambientes calefaccionados. Esto favorece la pérdida transepidérmica de agua, debilitando la función barrera del estrato córneo".

"Las temperaturas frías provocan vasoconstricción cutánea, reduciendo el flujo sanguíneo superficial y, con él, el aporte de oxígeno y nutrientes a la piel", añadió.

 

Manos resecas / Shutterstock

 

¿Cómo puedo cuidar mi piel en invierno?

Teniendo en cuenta todo lo anterior, solo queda actuar frente a la resequedad. Para ello, es importante seguir los siguientes pasos:

  • Reducir la temperatura del agua al lavarse o bañarse
  • Evitar jabones agresivos o astringentes
  • Aplicar crema hidratante después del baño
  • Utilizar protector solar todos los días, incluso, aunque no haya sol
  • Aumentar la hidratación oral y humedecer los ambientes
  • Evitar exfoliaciones fuertes o tratamientos invasivos si hay inflamación
  • Usar productos adecuados al tipo de piel y evitar irritantes

En caso de no haber cambios o empeorar, se aconseja visitar a un especialista, ya que es posible que se requiera tratamiento médico.

Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.

Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.

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