¿Te duelen las rodillas con el frío? Estas podrían ser las razones
- Por Vicente Guzmán
Durante el invierno y debido a las bajas temperaturas, es común que aparezcan diversos dolores y contracturas musculares en todo el cuerpo. Sin embargo, una de las zonas que más molestias provoca son las rodillas, especialmente al caminar, subir escaleras o permanecer mucho tiempo en reposo.
El dolor en las rodillas se relaciona principalmente con problemas articulares que se intensifican con el frío. Estas molestias también pueden afectar otras zonas del cuerpo como las manos, pies, cuello y espalda. Según publicó Infobae, las causas de estos malestares pueden ser varias y están interrelacionadas.
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¿Por qué duelen las rodillas en invierno?
Contracción muscular por frío y humedad
El frío provoca una tensión en los músculos, lo que intensifica la percepción del dolor. Esto es especialmente notorio en rodillas con cartílagos desgastados, por lo que se recomienda mantener esta zona bien abrigada.
Reducción del flujo sanguíneo
En invierno, el cuerpo prioriza la irrigación en los órganos vitales, por lo que reduce su riego de sangre en extremidades y articulaciones como las rodillas, lo que provoca rigidez y malestar.



Mayor rigidez articular
Las articulaciones contienen líquido sinovial, que actúa como lubricante natural. Con las bajas temperaturas, este líquido responde peor y pierde eficacia, aumentando el dolor al moverse.
Sedentarismo invernal
Durante el invierno, muchas personas disminuyen su nivel de actividad física. La falta de movimiento debilita los músculos que sostienen las rodillas y aumenta la rigidez articular.
Humedad relativa
La humedad incrementa el dolor articular, incluso más que la temperatura baja. Por eso, es fundamental ventilar bien los espacios interiores para reducir este factor.
¿Qué hacer para evitar el dolor de rodillas?
Algunas de las recomendaciones para evitar el dolor de rodillas y articulaciones en invierno son:
- Abrígate bien, especialmente las rodillas y manos: Se puede usar capas térmicas en las piernas o rodilleras ligeramente acolchadas.
- Aplica calor local: Usa bolsas de agua caliente o almohadillas terapéuticas sobre las rodillas durante 15 a 20 minutos al día.
- Haz ejercicio leve y constante: Camina 30 minutos diarios, haz estiramientos suaves o ejercicios de bajo impacto, como nadar o andar en bicicleta.
- Mantén un peso saludable: La buena alimentación permite reducir carga sobre las rodillas.
- Evita cambios bruscos de temperatura: Debes abrigarte muy bien cuando salgas al exterior.
- Hidratación y nutrición antiinflamatoria: Beber abundante agua y consumir omega-3, verduras, frutas antioxidantes, cúrcuma y evitar alimentos ultraprocesados ayuda a reducir la inflamación.
- Exposición moderada al sol: El poco sol que aparece en invierno aporta vitamina D, importante para la salud de los huesos y las articulaciones.
Este artículo está diseñado para informar y no pretende dar consejos o soluciones médicas.
Consulte siempre a su doctor o especialista si tiene dudas sobre su salud o antes de iniciar un tratamiento.
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