Los maniataron y dejaron encerrados por 45 minutos: Exfutbolista y su esposa sufrieron violento robo en Maipú

¿Qué pasó?

Lo que parecía una tranquila noche terminó de la peor forma para el exfutbolista Cristóbal Aliste, quien junto a su esposa sufrió una terrible experiencia tras ser asaltado al interior de su propia vivienda, ubicada en un condominio de Maipú.

En las primeras horas del lunes 13 de febrero, en plena noche y mientras dormía, fue despertado por los gritos de cuatro delincuentes encapuchados que se ubicaron en cada una de las esquinas de la cama matrimonial.

Mientras dos de los antisociales los vigilaban, el resto buscaba las pertenencias de valor de la pareja. Incluso, había un quinto integrante de la banda criminal que hablaba desde el pasillo de la casa, pero que no fue visto por las víctimas. Para Aliste, se trata de una situación de inseguridad que le resulta insólita.

¿Cómo fue el violento robo que sufrió el exfutbolista?

Quien fuera exseleccionado Sub-20 de Chile y otrora jugador de Cobresal, expresó en LUN que "no es posible que nos sintamos inseguros en nuestro propio hogar, que se supone que debiese ser el lugar más seguro. Da la sensación de que quienes tienen que protegernos están más preocupados de unos relojes caros que de la gente que de verdad los necesita. Todo fue muy violento".

Según su relato, los ladrones guardaron primero los anillos de matrimonio y unas cadenas. Después, "con las mismas cosas que teníamos en la casa nos amarraron las manos y los pies para que no nos escapáramos. Nos dejaron tirados en la cama mientras revolvían toda la casa".

Aliste contó que "con los mismos cordones de nuestras zapatillas nos amarraron las muñecas y los tobillos. También nos pusieron cinta en la boca. Querían plata, pero nosotros no manejamos dinero en efectivo. Mientras nos tenían amarrados nos gritaban de todo e insistían que les pasáramos las cosas".

Los delincuentes les exigieron entregar las llaves de los dos vehículos, algo que obedecieron, pero uno no funcionó porque no tenía instalada la batería: "Cuando intentaron prenderlo, no partió. Un tipo regresó muy violento a decirme que le quitara el cortacorriente al auto. Ahí le tuve que explicar que no los estábamos engañando y finalmente se llevaron el otro".

45 minutos maniatados en la pieza matrimonial

Él y su mujer estuvieron 45 minutos maniatados, mientras los criminales preparaban su escape: "Yo no escuché más ruidos y le hice una seña a mi esposa para que nos desamarráramos, pero ella me hizo una seña de vuelta", dijo el exdeportista.

Ese gesto era para "que no me moviera todavía, porque los tipos seguían por allí. Ella conoce muy bien los ruidos de la casa. Estaba esperando a que se encendiera el motor del auto, que fue la señal que nos indicó que finalmente se habían ido".

Tras lograr liberarse de las amarras, ambos intentaron abrir la puerta, pero esta estaba con llave. "Intenté pegarle patadas, usé mi espalda, me tiré contra ella, pero no se abría. Mi esposa me trajo un perchero y empecé a pegarle como si fuera un ariete", recordó.

Si bien no la botaron, pudieron hacerle un hoyo y salir por ahí para pedir ayuda. El resultado final del robo: un Nintendo Switch, gorras, el computador de su hijo, ropa, anillos de matrimonio, un reloj, carteras, comida y hasta la mascota. El auto robado luego lo encontraron abandonado en Peñaflor.