Mauricio Morales y análisis de encuesta Cadem por histórica desaprobación del Presidente Boric: "Gobernar con miedo"

¿Qué pasó?

El académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, analizó los resultados de la Encuesta Plaza Pública de Cadem de este domingo 8 de enero, donde se marca la desaprobación más alta del Gobierno del Presidente Gabriel Boric. "Gobernar con miedo", fue su sentencia.

El análisis de Morales

Si el primer semestre de 2022 el gobierno generó expectativas y esperanzas de cara al proceso constitucional, el segundo semestre estuvo marcado por la frustración: ganó fácil el Rechazo, el país cayó en una profunda crisis económica, la delincuencia está liderando la batalla, hay un peligroso descontrol migratorio, y la tensión entre los poderes del estado es evidente, en especial por la nominación del nuevo Fiscal Nacional.

¿Qué se espera para 2023? El panorama no es halagüeño. Desde mi perspectiva, este será el año del miedo.

¿A qué le teme el gobierno? Primero, el Presidente anunció un agresivo plan de ayuda económica con el fin de evitar el avance del proyecto de “autopréstamo” y, por cierto, el del sexto retiro. El gobierno sabe que cuenta con menos apoyo en los segmentos populares, y teme que haya presión social para aprobar algunos de estos proyectos. Segundo, el gobierno ya agachó el moño frente a la Corte Suprema. Parece que el miedo a una confrontación entre poderes del estado lo hizo retroceder, nominando a Ángel Valencia como su candidato a Fiscal Nacional, a pesar del disgusto de la ministra de la Mujer y Equidad de Género. Tercero, el gobierno está con miedo frente al Congreso, que es una amenaza constante de parálisis legislativa y una fuente inagotable de acusaciones constitucionales. La exministra de Justicia, Marcela Ríos, y el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, ya están en la mira. 

Cuarto, el gobierno tiene miedo ante un eventual fracaso del nuevo proceso constituyente, pues si esto sucede, el Presidente Boric no podrá firmar la Nueva Constitución, y su mandato cerrará sin ningún cambio estructural que haya sido parte de su programa político. Quinto, el gobierno tiene miedo tanto a Apruebo Dignidad como al Socialismo Democrático. Todo parece indicar que lo que gana Apruebo Dignidad lo pierde el Socialismo Democrático, y lo que gana el Socialismo Democrático lo pierde Apruebo Dignidad. Los indultos y el nombramiento del Fiscal Nacional son ejemplos de ambas situaciones. Sexto, el gobierno tiene pavor a algo que cada vez toma más fuerza: la posibilidad de entregar la banda presidencial a un representante de la derecha radical, o a un candidato con tinte populista.

¿Se puede gobernar con miedo? Ciertamente, no. Es cierto que según Cadem la aprobación presidencial está en 27% y la desaprobación se disparó a 70%, pero eso no puede ser motivo para estar jugando permanentemente a la defensiva y solo reaccionando a conflictos que le explotan en la cara. Ahora bien, el gobierno no ayuda mucho.

En el caso de los indultos, la comedia de errores fue mayúscula, llevando incluso a que la Corte Suprema le "tirara las orejas" al Presidente Boric por sus dichos acerca del proceso judicial en el caso del exfrentista Jorge Mateluna. La encuesta muestra que el 64% está en desacuerdo con los 12 indultos para condenados en el contexto del estallido social, y que el 74% tiene la misma opinión en el caso de Mateluna. Pero el problema no termina ahí. Según Cadem, el 65% está en desacuerdo con otra afirmación que hizo el Presidente, esta vez respecto a que los 12 indultados en el marco del estallido social no eran delincuentes.

Pues bien, el equilibrio es tan frágil que basta que uno de esos 12 indultados cometa una falta o un delito para que el Presidente nuevamente sea cuestionado. Si atendemos a los antecedentes de algunos indultados, esta situación perfectamente podría darse. Es decir, el Presidente estará con otro miedo adicional. 2023 será, entonces, el año del miedo, pero del miedo permanente.

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