Conoce cómo repactar un crédito hipotecario

  • Por Mariabelén Briones

¿Qué pasó?

La fuerte competencia de los bancos para lograr más clientes y la baja de la tasa de interés del Banco Central provocaron que los costos de los créditos estén llegando a los niveles más bajos de la historia e incluso podrían seguir disminuyendo.

En la semana del 16 al 23 de julio las tasas de los préstamos hipotecarios promediaron 2,53%. Una oportunidad para todos los que quieran acceder a una vivienda o también repactar una deuda. “Los Bancos Centrales del mundo están bajando las tasas y particularmente en Chile están rebajando las tasas, eso se traspasa a las distintas instituciones financieras y lo que finalmente permite es que una persona que hoy día ya tiene un crédito hipotecario o un crédito de consumo puedan rebajar el plazo de la deuda”, asegura Cristián Lecaros, CEO de Inversión Fácil.

¿Qué significa repactar?

Por ejemplo, si una persona en 2013 pidió un hipotecario de $61.500.000 por 20 años a una tasa superior al 4% paga un dividendo de $396.000 mensualmente. Si decide repactar, con la tasa actual, su pago mes a mes sería aproximadamente de $330.000. Es decir, un ahorro de $66.000 mensuales.

Cristián Lecaros, CEO de Inversión Fácil.

¿Cómo repactar?

Paso 1: Simular en el banco que tiene el crédito hipotecario para bajar la tasa

Paso 2: Cotizar en otros bancos

Paso 3: Evaluar gastos

Eso sí, tiene que tener en cuenta que renegociar una deuda implica hacer un nuevo crédito, es decir, hay que pagar los impuestos correspondientes y las comisiones. Para que efectivamente valga la pena, la rebaja tiene que ser mayor a un punto en la tasa y además no haber pagado más de la mitad del crédito total, ya que es justamente en ese plazo donde se pagan los intereses.

Un trámite que para muchos resulta engorroso. La plataforma mejorescondiciones.com entrega facilidades para que usted pueda tener todas las alternativas ingresando sus datos una sola vez.

Una solución desarrollada por Equifax y Finvox que funciona como puente entre las instituciones financieras y las personas, permitiendo que las primeras puedan generar ofertas para mejorar las condiciones actuales de los créditos hipotecarios y que las segundas, puedan beneficiarse con la rebaja de estos.

Igal Roitman, Finvox