Madre siguió su instinto y logró encontrar al asesino de su hija 12 años después de su desaparición

Fue la intuición e insistencia de Haydeé Román lo que permitió que, al menos, existiera un "cierre" en el caso de su hija Andrea (10 años), quien nunca regresó a casa tras salir al colegio en Recoleta el 1 de noviembre de 1993. Pese a todos los obstáculos encontrados en el camino, la madre jamás bajó los brazos, hasta llegar a la verdad doce años después de ese trágico día.

"Tomé mi bicicleta y partí a buscarla, llegué al colegio. Había una inspector y le pregunté, me dijo 'ya se fueron todos'. Tenía el número de la profesora y la llamé: Me dijo 'la Andrea no vino a clases hoy día', cuenta Román en un reportaje de Ahora Noticias que trató el tema de las personas desaparecidas en Chile.

Durante años, recorrió todos los lugares donde podría haber hasta la más mínima pista del paradero de la niña. Esto, en paralelo a la búsqueda que realizan los organismos oficiales en este tipo de casos: Carabineros o la Policía de Investigaciones. 

"Me dijeron que hasta yo era sospechosa. Me dijeron que han habido padres que matan ellos a sus hijos y después se hacen los que los andan buscando. Les dije 'bueno, pero no es mi caso'. Me dijeron : 'Nosotros no sabemos'. De repente las cosas se vuelven en contra tuya pero tu tienes que seguir, insistiendo e insistiendo (...) buscando sola", recuerda la mujer.

Lo anterior llevó a que junto a Sandra Vargas, otra madre que atravesaba por la misma situación, formaran una corporación para buscar familiares desaparecidos e intensificaran los esfuerzos por dar con susparaderos. Al mismo tiempo, Román mantenía sus propias teorías de lo que podría haber ocurrido con Andrea. 

Sospechas

Impulsada por sus sospechas, la mujer fue hasta una construcción ubicada en el camino que hizo su hija el día de su desaparición. Ahí, le explicó la situación a los obreros, comunicando sus dudas respecto al propietario del terreno, del cual siempre tuvo sospechas. "En la jornada de la mañana encontraron los restos de la niña", relata Román.

En efecto, las indagatorias posteriores de la PDI determinaron que la menor de 10 años fue abusada y asesinada por el dueño del inmueble: Luciano Fernández Campusano, quien confesó los hechos ante los detectives luego de ser detenido.

El reportaje de Ahora Noticias: 

MIRA TAMBIÉN: Deambulando desorientada por Mejillones encuentran a joven desaparecida en Curicó

El caso de José Pereira

El 22 de enero de 1990 es una fecha inamovible en la memoria de Sandra Vargas. Durante un paseo en la playa de Cartagena, perdería para siempre el rastro de su hijo José, de entonces 13 años. "Lo he buscado toda la vida y no hay día en que yo no me acuerde de él", relató la mujer al área de reportajes de Ahora Noticias.

Pese a que han pasado 29 años desde la desaparición José Gonzalo Pereira Vargas, la incredulidad y el impacto permanecen en el rostro y voz de su madre que, con voz temblorosa, dice revivir a diario el momento en que soltó la mano del menor para comprarle algo, en medio del paseo que bordea el concurrido balneario del litoral central.

"Mi hijo se desapareció entre medio de toda esa gente (...) hasta el día de hoy me he cuestionado el cómo habiendo tantas personas nadie vio que pasaría con mi hijo", dice, recorriendo el lugar de la desaparición mientras sostiene uno de los cientos de carteles con dibujos de cómo se vería José en la actualidad, con 43 años de edad.

Videntes

La búsqueda del menor pasó por diferentes etapas a medida que avanzaba el tiempo. Todas fueron infructuosas. Lo anterior tuvo devastadores efectos tanto en el plano afectivo como económico: La desesperación llevó a la familia a vender su casa para costear métodos para dar con el paradero de José.

"Empecé a caer mucho en estas personas que "ven", que me decían: 'Lo vamos a encontrar' y después de gastar plata, era todo como una mentira. De repente hasta más de un millón de pesos por tres días", explica.

Listado único

Según cifras de la PDI, durante los últimos seis años, más de mil menores de edad no han podido ser encontrados desde que se reportaron sus desapariciones. Durante el año 2018, en tanto, existió un total de 168 casos en los que no se logró dar con el paradero de los niños y adolescentes.

Es por lo anterior que los diputados Pablo Kast (Evópoli) y Marisela Santibañez (PRO) presentaron diciembre del año pasado, un proyecto de ley que busca modificar los mecanismos actuales del tratamiento de estos casos que, entre sus principales cambios, contempla la creación de un listado único de personas desaparecidas que manejarán la PDI, Carabineros, el Registro Civil y el Servicio Médico Legal.

Esto, a modo de respuesta de uno de los defectos más apuntados respecto al sistema actual, correspondiente al hecho de que las policías no compartan sus listas de denuncias de presunta desgracia ingresadas por parientes o cercanos a quienes se extravían en Chile.