Gendarme habló de la agresión a ecuatorianos en Santiago 1: "Pensé que los otros 2 estaban quemados"

El gendarme Héctor Palma enfrentó este jueves el proceso de formalización tras haber sido acusado de apremios y tortura por no intervenir a tiempo en las agresiones que sufrieron dos imputados ecuatorianos al interior de Santiago 1. 

Dentro de las funciones que desempeña el funcionario, es mantener en vigilancia los patios de los módulos 11 y 12. El día de los incidentes, habían 288 reos entre ambos sectores. Desde la denominada "pecera", Palma tenía visión a los patios a su cargo.

Sin embargo, según consigna El Mercurio, el gendarme tenía otras responsabilidades mientras vigilaba a los internos: Estar pendiente de los ingresos de los internos, abogados, gendarmes y otras personas, también de los internos que vienen de tribunales o enfermería y estar atento a los requerimientos de los reos que se acercan a las rejas para preguntar sobre trámites o visitas.

Según la versión entregada por Palma, "como veinte para para las dos de la tarde levanto mi cabeza y escucho un boche que superaba al ruido de la música. Miro y veo un tumulto en medio del módulo 11. Me paro, las llaves están colgadas (...) Me acerco a la turba y cuando voy llegando, veo que unos 50 gallos están pateando a un interno".

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En ese sentido, el funcionario afirmó que en su presencia sí existieron agresiones: "Patadas en la cabeza, en la espalda, donde llegaran. Cuando me logro meter bien dentro de la turba, me doy cuenta que son dos internos a quienes están pateando. Esa acción, en otro módulo, hubiera sido para mí impensable, porque antes de que avanzara me hubieran metido así una lanza y me lanzan para afuera. Pero aquí me conocen y, de algún modo, me respetan".

"Saqué a los dos y los metí en una pieza donde los cerré con reja. Y escuché el primer 'gracias', de uno de los dos. Me devolví y recién cerré la reja. ¡Ufff, terminé!".

El gendarme continuó con su relato y agregó que "les hago un chequeo visual y lo primero que veo es que tienen 'carita de peruanos' (...) es común que en la población penal abusen de ellos en cuanto a que los mandan a hacer las cosas, o por puro gusto, para no ocupar el número que podría ocupar otro".

Según cuenta Palma, es normal dentro del recinto que los nuevos reos, sobre todo extranjeros, sean agredidos y que les corten el pelo. "Es una cuestión tradicional", agrega. También comenta que los golpes y "fierrazos en la cabeza" no son nada extraordinario, sino que normal.

En el video que se difundio de la agresión, se ve que a los imputados les aplicaron corriente. Sin embargo, el funcionario declaró que no vio cuando eso pasó.

"Si yo hubiese sabido que esos gallos eran de connotación pública, no me pisan ese lugar. Yo los tiro para afuera". Por otro lado, el gendarme explicó que cuando le preguntó a parte de los reos el por qué de la agresión, éstos dijeron que fue "porque son los que mataron a la mamita (...) los que la mataron a palos".

Tras haber rescatado a los extranjeros agredidos, Palma sostuvo que llamó al Capitán y dio el aviso correspondiente sobre la agresión. Luego de eso, volvió a realizar un chequeo visual: "No los veo con puñaladas, pero sí con con cortes en la cabeza".

La versión de Palma continúa aclarando que tras el incidente prestó su declaración en la Oficina de Seguridad Interna (OSI) y que ahí le preguntaron por "los otros dos". En ese momento, el gendarme se dio cuenta que eran cuatro los ecuatorianos imputados por el crimen, por lo que pensó que "a esa altura los gallos estaban muertos y estaban quemados porque no iban a existir, porque los desaparecen".

En medio de la duda, otro funcionario aclaró que la otra dupla estaba en otros módulos. Luego de eso, Palma pensó que el tema se había acado. Sin embargo, al día siguiente se dio cuenta que lo solicitaban desde fiscalía y que tenía orden de detención.

Por último, durante la jornada del jueves, la Corte de Apelaciones de Santiago decretó que el gendarme quedaría en libertad y sin ningún tipo de medida cautelar.