Condenan a Servicio de Salud Metropolitano a indemnizar con $100 millones a familia de paciente fallecida

La Corte Suprema confirmó este viernes la sentencia que condenó al Servicio de Salud Metropolitano Oriente a pagar 100 millones de pesos a la familia de una paciente que falleció debido a un mal diagnóstico que le dieron en el Hospital Luis Tisné de la comuna de Peñalolén.

En un fallo unánime, la tercera sala del máximo tribunal confirmó la sentencia que condena al también llamado Hospital Cordillera por su responsabilidad en la muerte de Minerva Campos, ocurrida en agosto de 2011.

La Corte Suprema ratificó el fallo en primera instancia que condenaba a pagar la suma por la negligencia que llevó a la muerte de la mujer embarazada de 10 semanas.

LA HISTORIA

Los hechos sucedieron cuando Minerva Campos de 23 años llega al consultorio Carol Urzúa de Peñalolén el 28 de julio de 2011, aquejada de malestares que asociaba a su embarazo, por lo que es atendida por una matrona que al examinarla, ve que presenta claros síntomas de una hepatitis, por lo que toma la decisión de derivarla al Hospital Luis Tisné.

Al llegar al centro de asistencia, fue atendida por un médico de turno, que luego de auscultarla le toma un examen de orina, cuyos resultados interpretó como una infección renal por lo que le receta antibióticos y la envía a su casa sin realizarle exámenes que descarten el diagnóstico por el que llegó a dicho hospital.

Cuenta la madre de la mujer fallecida que pasados cuatro días de tratamiento, los malestares persistían por lo que el primero de agosto de ese año vuelve a la urgencia del Hospital Luis Tisné con dolor, decaimiento, vómito y un color amarillo en sus ojos y piel.

Nuevamente sentada en el box de urgencia, el médico a cargo decide realizarle exámenes más acuciosos, que terminarían confirmando el diagnóstico que la matrona del consultorio había dado. Minerva Campos tiene un cuadro grave de hepatitis.

Desde ese día, Minerva queda hospitalizada. Y si bien, esta vez el diagnóstico era correcto, el hospital no cuenta con los especialistas para tratar esta enfermedad.

Paradójicamente, Minerva pasa cuatro días hospitalizada en el centro de asistencia pública de Peñalolén que no tenía el personal idóneo para su tratamiento, y sólo el 4 de abril deciden trasladarla en ambulancia al Hospital del Salvador donde queda internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro de salud.

La Madre de Minerva comenta en el expediente judicial, que al día siguiente un facultativo del Salvador se le acerca y sólo ahí se les explica la gravedad del estado de su hija, y que la única manera de salvar la vida de la joven y su hijo en camino era mediante un trasplante de hígado, por lo que entró en el listado de trasplante como prioridad nacional.

Ya había pasado una semana.

En los alegatos que la familia demandante hizo en tribunales, la madre de la fallecida mujer cuenta que al día siguiente, recibe la noticia de que había un donante en la ciudad de Rancagua, sin embargo por motivos que nunca se les aclararon, el órgano donado nunca llegó a las dependencias del hospital. Comenta que cuando tomó contacto con la madre del donante, este le comenta que en ningún momento llegó personal médico a extraer el órgano de su hijo.

Indignada y sumida en una profunda desesperación, le exige al staff que le explique por qué no llegó el hígado al hospital, a lo que le responden que se debió a una "mala comunicación entre los dos hospitales y que de todas maneras no tenían por qué darle información".

Así el destino de Minerva quedaría sellado, el 15 de agosto del 2011 a las 15:30 horas la embarazada joven fallece de un derrame cerebral.

LA SENTENCIA

Más de 6 años han transcurrido desde esa fatal semana de agosto y hoy por fin la justicia cierra el caso, que pasó desde tribunales a la Corte de Apelaciones y que hoy la Corte Suprema sentenció que el Servicio de Salud Oriente pague 30 millones de pesos a la madre de la afectada y 35 millones para cada una de las hermanas de Minerva.

Así también excluyó al Hospital del Salvador de responsabilidad por las negligencias que terminaron con la muerte de la joven mujer.