A sólo días de la llegada de Francisco a Chile: Así fue la visita del Papa Juan Pablo II en 1987

REVISA EL ESPECIAL DEL PAPA EN CHILE

Fue la primera visita de un sumo pontífice a Chile y duraría seis días. El Papa Juan Pablo II aterrizaba el 1 de abril de 1987, a las 16.00 horas en el aeropuerto Arturo Merino Benitez, en Santiago, donde lo primero que haría al bajar del avión sería besar el suelo del territorio chileno. Allí, ante una multitud de seguidores, lo recibió el presidente de facto, Augusto Pinochet. Eran tiempos de dictadura militar y de conflictos políticos, económicos y sociales. 

A sólo días de que el Papa Francisco llegue a Chile -donde estará entre el 15 y el 18 de enero con actividades en Iquique, Temuco y Santiago-, recordamos lo que fue una de las visitas más relevantes del siglo XX:

Era el octavo viaje apostólico a Latinoamérica de Juan Pablo II. Esta vez, visitaría Uruguay, Chile y Argentina, en ese orden. Aquí recorrió Santiago, Punta Arenas, Puerto Montt, Concepción, Valparaíso, La Serena y Antofagasta. 

"EL AMOR ES MÁS FUERTE"

Su agenda, en ese entonces, estuvo marcada por una reunión, el jueves 2 de abril, con Augusto Pinochet en La Moneda; un encuentro con 600 mil pobladores de la zona sur en la Población La Bandera, donde ciudadanos denunciaron violaciones a los derechos humanos por parte de los organismos respresivos del Estado; y otro, ante 80 mil jóvenes, en el Estadio Nacional, en el que señaló: "Ahora, en este estadio, lugar de competiciones pero también del dolor y sufrimiento, quiero volver a repetir a los jóvenes chilenos: ¡Asumid vuestras responsabilidades! Estad dispuestos, animados por la fe en el Señor, a dar razón de vuestra esperanza". En esta ocasión, también, dijo una de sus frases más famosas: "¡No tengáis miedo de mirarlo a Él!". 

Luego, el viernes 3, entre otras cosas, ofició la eucaristía de la reconciliación y beatificación de Sor Teresa de Los Andes, en el Parque O'Higgins, frente a más de medio millón de personas, en la que subrayó: "Chile tiene vocación de entendimiento, no de enfrentamiento".

Esta ceremonia se convertiría en uno de los momentos más tensos de su paso por el país: Carabineros se enfrentaba a una masa de personas que se manifestaba en contra del régimen de Pinochet, en un intento por visibilizar lo que sucedía en Chile, que terminó con 600 heridos. Debido al gran disturbio que se generó, tras suspenderse la ceremonia por unos minutos y por razones de seguridad, quisieron sacar al Papa del lugar, sin embargo, él decidió quedarse. Juan Pablo II retomó y finalizó con una de sus citas más recordadas: "El amor es más fuerte". 

El sábado 4 de abril siguió a Punta Arenas, luego a Puerto Montt, donde realizó una eucaristía por el quinto cententario de la evangelización de América, y terminó enviando un saludo por televisión a la ciudad de Concepción. 

Para el domingo 5, luego de una eucaristía del Mundo del trabajo en el Club Hípico de Concepción, continuó a Temuco a reunirse con mapuches y campesinos; después emprendió rumbo a La Serena donde ofició un encuentro con el Norte Chico en el Club Hípico de Peñuelas y, finalmente, llegó a Antofagasta donde saludó, otra vez, por televisión, a la ciudad. 

En su último día en el país, visitó la cárcel de Antofagasta y llevó a cabo una ceremonia de despedida en el Aeropuerto Cerro Moreno, antes de embarcarse hacia Argentina, donde terminaría su viaje por Latinoamérica.