El motivo por el que hospital español se niega a reanimar a paciente

¿Qué pasó?

Una pugna entre el Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares en España y la familia de María Teresa, una mujer que sufre una enfermedad neurodegenerativa, ha generado polémica en ese país, luego que los médicos se nieguen a reanimarla en caso de ser necesario.

Desde el recinto de salud, argumentaron que la actitud por parte de los parientes de la mujer, es un "un encarnizamiento terapéutico que genera un sufrimiento al paciente sin aportar un beneficio", asegurando que "la aplicación de técnicas agresivas e invasivas no beneficiaría a esta paciente", según consignó El País.

Reacción de la familia

Por su parte, la la familia de María Teresa consideran que se trataría de un caso de "eutanasia".

Máximo Blanco, hermano de la paciente declaró: "Nos han hablado de eso muchas veces, varios médicos, (dicen) que si fuera una paciente normal la llevarían a la UCI, pero que las técnicas son muy agresivas, incluso una doctora nos dijo que ese tratamiento sería muy caro".

Versión del hospital

El Príncipe de Asturias, puso en conocimiento al juzgado de guardia sobre lo que está sucediendo. En un informe, detallaron la atención médica proporcionada a María Teresa y manifestaron que lo hacen "ante la actitud intimidatoria de la familia con los profesionales médicos".

Acciones legales

El caso lo está llevando Abogados Cristianos, quienes ya solicitaron una medida cautelar al juzgado de guardia de Alcalá de Henares, en el que advierten que el jefe de planta aseguró que "no la van a reanimar (...), va en contra de la decisión de la familia y de la propia María Teresa".

Además, sostienen que ya no informan a la familia sobre el estado de salud de la paciente "para poder así acabar con su vida". En ese contexto, exigen que la mantengan con vida y que el hospital proceda a reanimarla "si fuera preciso".

Diagnóstico de la paciente

María Teresa Blanco tiene 54 años y padece de una ataxia neurodegenerativa que le impide hablar y moverse. "No camina y los brazos los mueve a veces, un poquito", dijo su hermano.

Debido a lo mismo, los últimos cuatro años ha debido internarse alrededor de 20 veces: "A veces tememos lo peor y siempre se recupera. Esta última vez ingresó el 4 de julio, con una sepsis muy grave nos dijeron, y otra vez salieron con que no la reanimarían, con que si está muy malita... Y ya está en planta", sostuvo Máximo.

¿Alargamiento innecesario del sufrimiento?

Juan José Rodríguez, presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Toledo, indicó: "Es obligación de los médicos suspender su actividad si ven que con ello se provoca un alargamiento innecesario del sufrimiento del paciente, que además no le salvará la vida. Y esto es así porque lo dice el código deontológico médico, de obligado cumplimiento, como establece la Constitución, no se lo está inventando nadie".

"Cuando un grupo de facultativos ha tomado una decisión la cosa está clara. Eso no se puede llamar eutanasia, porque la persona morirá sola, seguramente aunque traten de reanimarla. Si no hay posibilidad alguna, no se debe reanimar a cambio de nada, sería, efectivamente, ensañamiento", concluyó.