¿Por qué no deberías lavar el pollo antes de cocinarlo?

Una de las costumbres más extendidas en la cocina es lavar los alimentos para eliminar suciedad o posibles microorganismos. Aunque esto puede parecer una práctica higiénica, en el caso de los alimentos de origen animal, como carnes de vacuno, cerdo, pollo o incluso huevos, puede ser contraproducente y peligroso para la salud.

Lavar el pollo o carne cruda no solo es innecesario, sino que también puede aumentar el riesgo de intoxicación alimentaria, poniendo en peligro tanto tu salud como la de tu familia.

¿Por qué no deberías lavar el pollo antes de cocinarlo?

La razón principal para no lavar el pollo crudo es que este acto puede propagar bacterias peligrosas a otras superficies de la cocina. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), esta es una práctica calificada como “un error peligroso para la seguridad alimentaria”.

Las carnes crudas, como el pollo, pueden estar contaminadas con bacterias como Campylobacter, Salmonella o Clostridium perfringens, las cuales pueden causar enfermedades graves que incluso requieren hospitalización o, en casos extremos, derivar en la muerte.

Lavar pollo (Shutterstock)

¿Cómo se eliminan las bacterias de la carne o el pollo?

Contrario a lo que se cree, lavar la carne o el pollo no elimina las bacterias, sino que las dispersa. El agua puede salpicar gérmenes hacia el lavaplatos, superficies cercanas, utensilios, manos o incluso otros alimentos. Así, en lugar de limpiar, lo que se hace es aumentar el riesgo de contaminación cruzada.

LO ÚLTIMO

La forma correcta y segura de eliminar cualquier microorganismo presente en las carnes es mediante la cocción completa. El calor destruye las bacterias sin necesidad de lavarla previamente.

Si aun así decides enjuagarla por costumbre, es fundamental hacerlo con mucha precaución: usa un chorro suave y desinfecta de inmediato todas las superficies que hayan tenido contacto con la carne cruda.

Nota importante: Este artículo tiene un carácter meramente informativo y por ningún motivo debe reemplazar las indicaciones u órdenes de su médico tratante. Si usted está bajo tratamiento médico o padece de alguna condición crónica, debe seguir estrictamente las recomendaciones de su profesional de salud.

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